El representante especial de la Unión Europea (UE) para el Sahel, Ángel Losada Fernández, subrayó ayer que los países que integran el Sahel hacen frente a “una tormenta perfecta” al tiempo que manifestó que esta zona del continente africano es parte de un “polígono de crisis”. El Sahel cubre el territorio (yendo de oeste a este) del norte de Senegal, el sur de Mauritania, Malí, el norte de Burkina Faso, el extremo sur de Argelia, Níger, norte de Nigeria, franja central de Chad y de Sudán, Eritrea y parte norte de Etiopía.

En un acto organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Fernández Losada expuso que el Sahel hace frente a muchas crisis “al mismo tiempo”, entre ellas las de seguridad, economía, demografía, situación humanitaria, migraciones y radicalización, si bien hizo hincapié en que la más relevante es la de gobernanza.

“Lo que ha pasado en Malí nos muestra perfectamente que es una crisis de gobernanza”, manifestó en referencia a la situación que atraviesa el país, sacudido por el deterioro de la seguridad y que en agosto fue escenario de un golpe de Estado que sacó del poder al entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita.

Asimismo, apuntó que existe “un problema en la lucha contra la impunidad y en defensa de los Derechos Humanos”, lo que “muestra lo débiles que son muchos de estos estados y lo difícil que es para ellos hacer frente a todos los problemas que sufren”. “Esta falta de gobernanza no es sólo entre los líderes y la población, sino también desde el punto de vista territorial, dada la incapacidad del Estado para gobernar estos países (...), que son muy grandes”, explicó. “Un vacío del estado es oxígeno para los terroristas”, puntualizó.

Losada Fernández destacó la importancia de la “crisis demográfica” en la región, especialmente debido a que la crisis climática está provocando “que haya más gente en menos tierras por el avance del desierto”, lo que cataliza unos enfrentamientos intercomunitarios “acentuados por grupos externos que se aprovechan de ellos”. Así, explicó que estos hechos provocan una crisis migratoria, si bien manifestó que “no hay que olvidar” que “el 90%” de esta migración se produce dentro de África y no hacia los países del norte, en dirección a Europa.

Losada Fernández indicó que “no puede haber paz en el Sahel sin paz en Malí”, por lo que defendió el acuerdo de paz de 2015 porque resulta, en su opinión, "fundamental”. Sin embargo, sostuvo que se ha puesto en marcha “muy, muy lentamente” y recordó que “no hay un plan B” alternativo a su aplicación.

Por último, el representante de la UE pidió que se mire al Sahel como “un polígono de oportunidad y cooperación” y abogó por coordinar mejor las estructuras que operan en la región, entre ellas las de la UE, Francia, Estados Unidos, Naciones Unidas o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.