El defensor del pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, lamentó ayer las carencias que hay en los centros de internamiento para atender a las personas migrantes que llegan en situación irregular a España: “Las necesidades de quienes llegan en patera, se cubren lo justito”.

Lo ha asegurado durante su comparecencia en la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo en el Congreso, donde ha dado cuenta de los informes anuales de 2018 y 2019 en su condición de Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP). Fernández Marugán se ha referido tanto a los cinco Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) como a los siete Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), ambos con las “mismas carencias” y cuya gestión habría que “replantearse”.

En sus visitas durante los últimos dos años, el defensor ha detectado problemas de hacinamiento, la “mezcla” de menores con madres e hijos, así como la falta de información para solicitar protección internacional.

Una realidad “parecida” a la que “en este momento está sucediendo” en Canarias, ha advertido Fernández Marugán, que ha recalcado que se han tenido que dejar a “673 personas durmiendo en el muelle de Arguineguín” Gran Canaria), porque “no hay instalaciones lo suficientemente adecuadas”.

El defensor ha recordado que, tras el cierre al inicio de la pandemia de los CIE porque no se daban las condiciones para que las personas ingresadas en ellos fueran expulsadas a sus países de origen, el Ministerio del Interior las ha reabierto en las últimas semanas.

“Sería necesario replantearse seriamente la organización y gestión de estos centros”, ha considerado el defensor del pueblo, que ha insistido en acometer mejoras para que estos centros cuenten con una infraestructura adecuada, porque “están sobredimensionados”.