Las previsiones del Gobierno de Canarias dibujan un futuro inmediato negro para las Islas. La Consejería de Economía publicó ayer su tercer informe sobre el impacto económico de la crisis sanitaria y de los tres escenarios que propone –del más optimista al más pesimista– ninguno arroja buenas noticias. En el pronóstico más probable establace una caída del Producto Interior Bruto (PIB) para este año del 21,6%, seguida de una recuperación del 17,3% en 2021. Eso supondría un PIB a final del próximo año equivalente al 92% del registrado en 2019, un 8%inferior. En cuanto al empleo, la previsión más probable es de una reducción del 5,5% en el número de personas ocupadas en 2020 (49.900 menos) seguida de un incremento del 1,6% en 2021 (13.500 más). El número de parados aumentaría así este año en cerca de 13.000 personas y la tasa se situaría en el 22,3% para seguir en ascenso el año que viene hasta el 24,7%.

En el escenario más desfavorable de los tres que plantea el informe el retroceso en el PIB este año sería del 23,8% y el repunte en 2021 del 12,6%.

Llevado a términos nominales –a dinero contante y sonante– las pérdidas estarían en una horquilla de entre 9.852 a 11.746 millones de euros, o entre 4.575 y 5.455 euros por habitante.

El número de personas ocupadas bajaría en 44.700 este año en el escenario optimista y subiría en 33.100 en 2021. En el pesimista no habría recuperación de empleo en dos años con una tasa de paro del

En cualquier caso, las previsiones mantienen un impacto negativo superior de la crisis sanitaria en la economía canaria que en el resto de España. El Gobierno, no obstante, se muestra más positivo que en el informe anterior de julio, en el que la recuperación del PIB en 2021 se situaba en un rango de entre el 9,1% y el 10,3%.