Ya está en marcha el campamento para migrantes en el antiguo Polvorín de Barranco Seco. Se ve algo de luz al final del hacinado túnel en Arguineguín. La Brigada Canarias XVI del Mando de Canarias fue ayer la encargada de montar las 23 tiendas –nueve más que las disponibles en Arguineguín– en las instalaciones cedidas por Defensa al Ministerio del Interior. El espacio podrá albergar a un total de 800 migrantes, aunque hasta ayer solo se habían instalado 200 literas, por lo que se espera que durante estos días se instale el resto de camas.

Todavía se desconoce la fecha en la que se procederá al traslado de migrantes, pero fuentes de Interior aseguran que “será a la mayor brevedad posible”. El campamento militar alojará a los recién llegados durante sus primeras 72 horas, el plazo máximo de detención sin orden judicial establecido por ley, mientras la Policía Nacional lleva a cabo los trámites de filiación y se realizan los test de Covid. Esto no siempre se cumple. En el muelle de la vergüenza existen personas retenidas durante más de tres días. Allí, esperan los resultados sanitarios y su derivación a una plaza de acogida.

Hoy se cumple una semana desde que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, prometiera el cierre definitivo del campamento de Arguineguín, pero hasta ayer allí habían más de 1.980 personas durmiendo.

La alternativa en Barranco Seco, un terreno es desuso que servía para guardar armas y munición, también contará con las asistencia de las oenegés para dar apoyo a los migrantes.

Cruz Roja Española intentó montar durante el pasado verano un campamento de emergencia con tiendas de campaña y módulos prefabricados con capacidad para un millar de personas en unos terrenos cedidos por la Autoridad Portuaria del Estado en el polígono industrial de Arinaga. Su idea, entonces, era anticiparse al repunte en las llegadas de inmigrantes que se esperaba para el final del verano y las primeras semanas del otoño, cuando las condiciones meteorológicas en esta zona del Atlántico facilitan generalmente la navegación.

Sin embargo, semanas después tuvo que desmontarlo ante la negativa del Ayuntamiento de Agüimes a dar los permisos necesarios y fue entonces cuando optó por levantar las tiendas en el muelle de Arguineguín, ahora colapsado.

Desde el pasado lunes duermen ahí más de 1.900 personas a pesar de que el campamento solo posee 420 plazas. Por tanto, la mayoría pernocta al raso sobre el suelo con la única protección de dos mantas.

El magistrado Arcadio Díaz Tejera, encargado del control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Gran Canaria, visitó ayer, –por tercera vez–, el campamento y volvió a exigir su desmantelamiento inmediato. "No se puede hacinar a estas personas, no son ganado", remarcó el magistrado, quien ha vuelto a insistir en que no hay condiciones de salubridad e higiene ni de seguridad para la tutela física de todos ellos, ni para los voluntarios de Cruz Roja y la Policía Nacional.

Díaz Tejera criticó las visitas al muelle de los ministros de Migraciones e Interior, José Luis Escrivá y Grande-Marlaska, y la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ya que el problema continúa. El magistrado considera que existe una dejación de responsabilidades por parte de la UE en este asunto, porque no se han cumplido los tratados al respecto, y también por parte de las autoridades españolas, que poseen recursos y siguen permitiendo que exista, cuando se podía haber solventado el problema hace meses.

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Carpas militares en el Polvorin de Barranco Seco J. C. Castro

Díaz Tejera recordó que los inmigrantes tienen derecho a asesoramiento legal y a un intérprete en su lengua materna, una cuestión que se ha dejado de prestar y que investiga el Defensor del Pueblo tras haber sido denunciada por el Colegio de Abogados de Las Palmas, Amnistía Internacional y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.

Y mientras surgen críticas a la gestión estatal de la crisis, también aparecen defensores. La ministra de Política Territorial, Carolina Darias, negó ayer que el Gobierno haya dejado “sola” a Canarias ante la crisis migratoria que está sufriendo el Archipiélago, y remarcó que el Estado es “tremendamente sensible" con las Islas y con el fenómeno migratorio. Defendió, además, el trabajo que está realizando el Ministerio de Defensa con la cesión de terrenos para la acogida.

Hoy Darias prevé comparecer junto al presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, para anunciar algunas medidas concretas que el Gobierno de España ha puesto en marcha para abordar este asunto.