La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE decide expulsar del partido a José Julián Mena, alcalde de Arona, y a Luis García, concejal del grupo de gobierno. Con ello, da por concluido el proceso abierto a raíz de la desobediencia en la que incurren al negarse ambos a entregar las actas que obtuvieron como números uno y nueve de la candidatura con la que el PSOE logró la mayoría absoluta en el Ayuntamiento aronero el 26 de mayo de 2019, con 14 ediles.

La medida fue confirmada ayer por la dirección insular del PSOE en Tenerife, si bien la comunicación formal de la expulsión del alcalde y del concejal no ha sido recibida por estos aún, según indicó Pedro Martín, en su condición de secretario general de los socialistas en la Isla.

Con la expulsión de Mena, las direcciones nacional, regional e insular de los socialistas –que han actuado de forma coordinada– pretenden resolver la inestabilidad política en el tercer municipio de la Isla y quinto de Canarias.

La decisión de prescindir del alcalde que le devolvió esta Alcaldía al PSOE una década después de perderla se produce cuando la ruptura por la mitad del Grupo Municipal Socialista se escenifica pleno tras pleno desde el pasado septiembre. Mientras José Julián Mena cuenta con el respaldo de seis ediles, Luis García cuenta con el apoyo de los otros seis. Un enfrentamiento que repercute en la gestión.

El origen de la desintegración del gobierno municipal está en el desencuentro entre Mena y García. Las diferencias aumentaron en el primer año del mandato actual, lo que llevó a Luis García a poner en conocimiento de sus compañeros de grupo y del regidor presuntas irregularidades y supuestas coacciones a empresarios y técnicos municipales, en las que, al parecer, vinculaba al abogado Felipe Campos y al asesor del alcalde, Nicolás Jorge, investigado por los presuntos delitos de prevaricación y malversación en su etapa en Granadilla. Mena optó por destituir a García, que trasladó a la Fiscalía las supuestas irregularidades, dando lugar a una investigación aún no resuelta.