La incesante llegada de migrantes a Canarias a bordo de cayucos y pateras no solo puede afectar a la estabilidad social del Archipiélago sino que también podría tener consecuencias en su situación económica. Así lo considera el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Tenerife, José Carlos Francisco, quien manifestó ayer también trasladando las opiniones de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) de Las Palmas que la difusión de imágenes en todo el mundo en las que se muestran los alojamientos turísticos de las Islas ocupados por migrantes “no ayudan a la necesaria recuperación turística”.

Ante la falta de instalaciones adecuadas para acoger a las miles de personas que estaban llegando a Canarias por vía marítima desde el continente africano, en septiembre la Delegación del Gobierno solicitó a los empresarios turísticos que cedieran alojamientos cerrados por la falta de turistas. Estos acordaron ceder algunos complejos de manera temporal, a la espera de que se habilitasen infraestructuras públicas que pudieran cumplir esa función.

Lo cierto es que tres meses después solo se han habilitado 23 carpas con capacidad para 800 personas en el viejo polvorín de Barranco Seco, mientras que instalaciones militares que han sido ya cedidas por el Ministerio de Defensa como las que se ubican en El Matorral, en Fuerteventura, o el cuartel de Las Raíces o el acuartelamiento de Las Canteras en Tenerife, todavía no han sido acondicionadas y pueden tardar meses en entrar en funcionamiento.

Por eso, ya esta semana la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) exigió que se reubicará a “la totalidad” de los migrantes que están ocupando plazas hoteleras, en torno a 6.000 personas, y ahora son las dos grandes patronales isleñas, CEOE en Tenerife y CC en Las Palmas, la que cuestionan que la utilización de plazas hoteleras para acoger a estas personas sea positivo para reactivar un sector del que depende buena parte de la economía del Archipiélago.

La crisis migratoria de Canarias ha saltado ya a algunos medios de comunicación europeos y los empresarios consideran que la actual situación no es positiva para reactivar el destino, algo vital después de haber sufrido el primer cero turístico de su historia debido a la pandemia de coronavirus.

El presidente de la CEOE en Tenerife criticó ayer la “desidia” con la que está gestionando esta crisis migratoria el Gobierno central. “El tratamiento que se le está dando por parte del Estado es de desconocimiento y falta de interés”, determinó, al recalcar que en lo que va de año han llegado a las Islas más de 17.000 migrantes por vía marítima y recordó que es el segundo año en la historia en el que entran más inmigrantes.

Por eso, aseguró que los empresarios llevan semanas comentando con preocupación esta crisis y ratificó que el Gobierno de Pedro Sánchez “no se está tomando en serio la cuestión”, ya que bajo su punto de vista “tiene capacidad para hacer mucho más de lo que está haciendo”.

Además, sostuvo que el problema tiene que resolverse desde varios frentes. Uno de ellos es el diplomático, al mismo tiempo que se habilitan alojamientos adecuados para acoger a estas personas y se ponen en marcha los traslados para repartir a estas personas por todo el territorio nacional. “Hasta ahora no hemos visto nada de esto y el flujo continúa”, dijo.