La Justicia toma cartas en el campamento de la vegüenza. Una comisión judicial efectuó ayer una inspección ocular en el muelle de Arguineguín, en el sur de Gran Canaria, para comprobar la situación en la que se encuentran los inmigrantes congregados allí. Más de 2.300 han llegado a hacinarse en esas instalaciones en las que en sus 400 metros es evidente no hay espacio para todos. Tres de cada cuatro duerme a la interperie porque las carpas habilitadas Cruz Roja no dan abasto, las comidas se limitan a bocadillos y frutas y no hay posibilidad de guardar las mínimas medidas de higiene, cuánto más las obligadas de distanciamiento por la pandemia. La ministra de Defensa, Margarita Robles, admitía ayer en una entrevista en TVE que “quizá haya que hacer autocrítica porque ha habido un momento en que quizá las condiciones de Arguineguín no eran las más adecuadas para los seres humanos”.

La inspección, del titular del Juzgado de Instrucción número dos de San Bartolomé de Tirajana, se produce en el marco de las diligencias previas incoadas por una denuncia de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, sobre las condiciones “infrahumanas” en las que se encuentran los inmigrantes.

Tras levantar acta de la situación en la que se encuentran los inmigrantes, el juez resolverá al respecto en los próximos días. Los tipos penales cuya posible comisión se investiga son, en el actual momento, indeterminados.

Médicos del Mundo subrayaba ayer la “situación inhumana” del campamento con alrededor de un millar de personas retenidas en la actualidad en el muelle – 860 a úlrima hora de la noche– , en unas condiciones que ponen en “serio riesgo” su salud y para las que no se ve un final pronto, pese al nuevo plan presentado ayer por el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá. En el campamento, según la ONG, no se garantiza la atención médica ante posibles positivos por Covid ni ante “otra serie de enfermedades y necesidades sanitarias”. Las instalaciones no cuentan con un espacio adecuado para la atención ni para la realización de las pruebas PCR por parte del Sistema Canario de Salud. “Tan solo un punto de atención reciente que apenas cuenta con un médico y una enfermera para atender a cientos de personas, muchas de las cuales sufren las secuelas de un largo viaje en embarcaciones precarias”, indica.

Médicos del Mundo alerta de que las condiciones muelle son un riesgo para la salud

Asimismo, citando las denuncias de las personas que han sido retenidas en el muelle, Médicos del Mundo sostiene que “tampoco se garantiza suficiente acceso a agua potable o una alimentación adecuada”. También refieren la ausencia de condiciones mínimas de higiene, ya que, según los testimonios de las personas allí albergadas, han pasado hasta 10 días sin poder ducharse y con la misma muda de ropa proporcionada en el momento de su llegada.

Frente a esta situación Robles planteaba ayer que la autocrítica que está dispuesta a hacer como miembro del Gobierno central también la deberían practicar instituciones de las propias islas porque “algunas ayuntamientos se negaron a dar algunas dependencias para los inmigrantes”.