El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha admitido este lunes tras desmantelarse de inmigrantes el muelle de Arguineguín, en Mogán, que han sido momentos "bastante malos", ya que dicho lugar tuvo que utilizarse ante la llegada masiva de migrantes y al "no" tener una alternativa disponible.

Pestana explicó, en declaraciones a los periodistas en el marco de la conferencia Setting the Recovery of International Tourism lnto Action que se celebra en La Palma, que los inmigrantes del muelle de Arguineguín se "han ido derivando a los recursos que tiene tanto Interior como Migraciones", apuntando que los "días de tregua" que se han vivido en cuanto a la llegada de pateras, "ha permitido cumplir esos objetivos".

De todos modos, puntualizó que solo en el mes de octubre y noviembre han llegado a Canarias cerca de 14.000 personas, subrayando que se trata de "un dato relevante a la hora de analizar lo que ha ocurrido" en el archipiélago y que motivó el uso del muelle de Arguineguín al "no" tener "en ese momento una alternativa disponible".

Sin embargo, ya se pueden ir desplazando a los migrantes al Centro de Atención Temporal de Emigrantes (CATE) de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria, que indicó va teniendo "cada vez más capacidad", por lo que espera que en el futuro haya "una instalación no de carpas, sino más estable de prefabricados que mejore la atención en ese centro".

Asimismo, espera que en la medida en que el fenómeno migratorio lo permita, se pueda hacer una "gestión mejor obviamente de la llegada de migrantes" a Canarias, si bien incidió en que hay que pensar en la dimensión de lo ocurrido porque recordó que en "tres días de noviembre llegaron a Canarias tantos como todo el año pasado", lo que da idea "para comprender el fenómeno y las dificultades" que se han tenido.

Añadió que solo en este mes de noviembre han llegado más de 8.400 personas a las costas de las islas, por lo que va a ser el "peor de la inmigración" en el archipiélago.

Pestana ha querido agradecer a todos los servidores públicos que "han participado y que han dado la cara con su esfuerzo que, muchas veces, va más allá del mero deber como trabajador", en relación a Policía Nacional, Salvamar o Cruz Roja, ya que afirmó que han sido "momentos bastante malos y ha habido un compromiso de muchísima gente para lograr este objetivo, a pesar de todas las dificultades" que se han tenido.

LOS ÚLTIMOS EN SALIR

En cuanto a los últimos inmigrantes en salir del muelle de Arguineguín, apuntó que fueron 27 que eran positivo en coronavirus y que han sido trasladados atendiendo al protocolo sanitario establecido al recurso alojativo que la comunidad tiene puesto y que gestiona el Estado; mientras que los que precedieron a estas 27 personas fueron derivados a instalaciones hoteleras donde había capacidad y a Barranco Seco.

Para el delegado del Gobierno en Canarias si las "cosas funcionan bien, en Barranco Seco lo lógico es que no estén más de 72 horas", ya que en dicho lugar deben estar el tiempo necesario para identificarlos, comunicarle la expulsión y hacerle la prueba diagnóstica para saber cómo se puede actuar, por lo que esperan poder cumplir con dicho objetivo.

Agregó que tras esas 72 horas de acogida, los migrantes deben ir a los centros que el Ministerio de Migraciones está implementando, si bien "a partir de ahí son personas libres" que pueden pedir no estar en estos centros pero que "no pueden viajar si no tienen pasaporte".

Asimismo, apuntó que se siguen haciendo derivaciones con unos "perfiles determinados", ya que ha habido compromisos de algunas comunidades incluso de acoger menores, que en Canarias hay más de 2.200.

"DESPRECIABLE"

En cuanto al ultimátum dado por los ayuntamientos de San Bartolomé de Tirajana y Mogán para que el 31 de diciembre se desalojen los hoteles de inmigrantes, Pestana consideró que humanamente es "despreciable" hacer esa petición cuando en dichos establecimientos "hay menores no acompañados" y mientras "no haya otro recurso, es mejor tenerlos bien atendidos, que dejarlos en la calle".

De todos modos, entiende que algunas autoridades locales "se avergonzarán del papel que han jugado en fechas recientes", si bien "no" le parece lógico que se de un ultimátum, "más allá de que sea un deseo también para el Gobierno de España", ya que incidió en que se debe tener alternativa, por lo que a medida de que vaya habiendo alternativa, se podrá ir desescalando "la utilización de hoteles y volver a la normalidad dentro de un año muy difícil".