El Ayuntamiento de Mogán ha emitido un comunicado este miércoles en el que rechaza lo que considera una politización de la crisis migratoria desde "algunos grupos políticos" y rechaza que se acuse al municipio de ser "racista y xenófobo", puesto que siempre se ha caracterizado "por su carácter humanitario y solidario".

De esta forma, el Consistorio sureño, con su alcaldesa, Onalia Bueno, al frente, han salido al paso de las críticas que han vertido en las últimas jornadas ciertos grupos políticos por las declaraciones que ha hecho la regidora en recientes apariciones públicas, así como en manifestaciones ciudadanas para defender el sector turístico en el municipio.

El Ayuntamiento ha rechazado "de manera frontal la politización que por parte de algunos grupos políticos se está haciendo tanto de la crisis migratoria como de la turística que afectan al municipio y a Canarias en general", y ha insistido en que solo ha alzado la voz "en defensa de los derechos de las personas migrantes".

Desde que se instaló el campamento de acogida en el muelle de Arguineguín, en Mogán se ha defendido el derecho de los migrantes a ser acogidos con dignidad, ya que consideraban que el puerto "no era el lugar idóneo para la estancia de personas".

"Nunca se ha pretendido otra cosa que no sea que las personas migrantes reciban un trato digno y su traslado del muelle de Arguineguín hacia instalaciones acondicionadas del Gobierno de España, administración que ostenta la competencia en este asunto", ha explicado el Consistorio.

De hecho, desde el Ayuntamiento se asegura que, gracias a la insistencia del Gobierno local encabezado por Onalia Bueno, la crisis migratoria por la que atraviesa Canarias ha escalado "posiciones de importancia en la agenda del Estado" y que el denominado "campamento de la vergüenza" haya sido desmantelado hace pocas fechas.

En cuanto a la polémica decisión de abrir expedientes sancionadores a aquellos establecimientos turísticos del municipio que, después del 31 de diciembre, siguieran albergando migrantes en su interior, el Ayuntamiento sureño ha recalcado que con ello solo pretende "que su alojamiento sea en instalaciones públicas y no en establecimientos privados de uso turístico" ante el previsible regreso de los turistas en las próximas semanas ante la mejoría de la situación del Covid-19 en sus países de origen.

Por todo ello, el Consistorio ha condenado que se utilice la situación actual "en favor de una ideología racista y xenófoba", al tiempo que ha rechazado el intento de algunos grupos políticos de vincular las manifestaciones de estas personas "a los vecinos y vecinas del municipio, que siempre se ha caracterizado por su carácter humanitario y solidario".