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Crisis migratoria

El PSOE frena la reprobación a Marlaska pero no contiene el tsunami de reproches

Todos los grupos del Parlamento se ceban en críticas por la escasa eficacia del ministro del Interior con la migración vEl cuatripartito también libra a Carmen Calvo

Australia Navarro, presidenta del PP, charla con su compañero Poli Suárez en el pleno del Parlamento canario.

El PSOE logró ayer frenar, tras intensas gestiones realizadas en estos últimos días, que sus socios de Gobierno apoyaran la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su gestión de la crisis migratoria que padece Canarias. Los grupos que conforman el pacto de las flores -PSOE, Podemos, Nueva Canarias y la Agrupación Socialista Gomera (ASG)- salvaron así que el ministro del Interior fuera censurado en sede parlamentaria por “mentir”, “vacilar” e “insultar” a Canarias con su ineficaz respuesta ante la presión migratoria que sufren las Islas. Duros términos que se oyeron en el Parlamento y que nadie desmintió. Pese a que los cuatro grupos del Gobierno evitaron que saliera adelante la petición de dimisión de Grande-Marlaska, no dudaron en “suspender” la gestión del ministro a la hora de dar soluciones a la incesante llegada de migrantes a las Islas, nada menos que 20.000 en lo que va de año. CC también reclamó la dimisión de la vicepresidenta Carmen Calvo, que debía coordinar la respuesta ministerial ante la crisis, lo que, según los nacionalistas, ha brillado por su ausencia.

“No va a pasar por ser Fernando el Grande ni Fernando el de Arguineguín”, se chanceó el representante de ASG, Jesús Ramos Chinea, “ y tampoco “honoris causa”, apuntilló posteriormente en su intervención el portavoz de NC, Luis Campos. El propio PSOE reconoció que su partido y el presidente socialista canario, Ángel Víctor Torres, son críticos con su compañeros del Gobierno central en cuanto a la descoordinación entre ministerios, retrasos en dar soluciones o en la negativa a que se produzcan derivaciones a la Península de migrantes, propiciando que Canarias se convierta en el lugar de entrada y “el punto y final” del destino de estas personas, como ha censurado en distintas ocasiones el presidente Torres.

“No nos hemos escondido, hemos sido claros y vehementes" ante la insuficiente respuesta del Gobierno y ante la descoordinación entre los ministerios, y “no estamos de acuerdo con las políticas migratorias", recalcó ayer en el pleno del Parlamento la representante del PSOE, Nayra Alemán, pero subrayó que su partido quiere ser propositivo, porque el problema migratorio no es por “personas” sino es un problema del país y de la Unión Europea.

Su socio en los gobiernos canario y central, Podemos, justificó que no iba a apoyar la reprobación ni dimisión del ministro porque considera que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se está empezando a mover, como se puede constatar con el cierre - después de tres meses de migrantes en condiciones de hacinamiento- del muelle de Arguineguín. El portavoz de Podemos, Francisco Déniz, daba así marcha atrás a la petición de dimisión “inmediata” de Marlaska, realizada por su partido el pasado 18 de noviembre, tras la salida de 227 inmigrantes del -ya clausurado- campamento de Arguineguín, sin un lugar dónde pernoctar o al que acudir.

Según Déniz, en las dos últimas semanas el Gobierno español “está rectificando y sentando las bases para reconducir una situación que nos sobrepasa”, aunque dejó caer que aún Interior no ha esclarecido quién dio la orden de abandonar a estas personas a su suerte. Los cuatro grupos del pacto pusieron, en general, los mismos argumentos para evitar el apoyo a las propuestas de la oposición de reprobación o dimisión del Grande -Marlaska, y coincidieron en que lo importante ahora es que haya colaboración y diálogo y que España sea solidaria con el Archipiélago en la derivación de migrantes, así como que presione a Europa para lograr el mismo objetivo.

En ese unánime mensaje de los socios del Gobierno tienen mucho que ver las gestiones que en estos días ha realizado el PSOE. Los socialistas estaban preocupados porque los partidos del pacto de las flores, incluso miembros del propio PSOE, apoyaran la reprobación o dimisión del ministro, no solo por los problemas que hubiera generado con sus compañeros en Madrid sino por la imagen de desunión del Gobierno canario en un momento tan delicado donde las Islas lidian con la crisis económica y social del Covid y la presión migratoria.

Por tanto, aunque el PSOE pudo frenar la reprobación del ministro, los grupos del Gobierno expresaron su malestar con una enmienda conjunta, apoyada por la oposición, donde rechazan “convertir Canarias en un gran centro cerrado de frontera y soportar la presión migratoria de toda la Unión Europea”, con lo que el Parlamento se posiciona en contra de los fundamentos del plan para la inmigración presentado por el ministro José Luis Escrivá, que se basa, principalmente, en acondicionar centros en las Islas para albergar de forma indefinida a 7.000 migrantes y evitar su tránsito a la Península y al continente, que es lo que ellos quieren. En esa enmienda conjunta, el Parlamento “suspende las políticas migratorias llevadas a cabo durante la presente crisis por el Ministerio del Interior”, y pide que se reúna la conferencia de presidentes.

Tanto el PP como CC acusaron al ministro de mentir al decir que los migrantes solo estaban 72 horas en Arguineguín o que rechazaba las derivaciones a la Península porque Europa ponía impedimentos. El portavoz de CC, José Miguel Barragán, defendió incluso el honor de Ángel Víctor Torres, quien, aunque sea de otro partido - precisó-, es el “presidente del Gobierno de Canarias”, y acusó a Marlaska de faltarle el respeto y desairarlo con sus mentiras. La Cámara canaria insistió ayer en las derivaciones a la Península y que España defienda ese tránsito de migrantes en la UE.

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