El avance del virus sin pausa en Tenerife ha obligado al Gobierno de Canarias a tomar medidas más drásticas en la isla. Los ciudadanos de la isla estarán obligados a cumplir un toque de queda desde las 23:00 horas hasta las 6:00 de la mañana hasta el próximo sábado. Además, el Gobierno limitará no a seis, sino a cuatro las reuniones sociales durante las próximas dos semanas. Las nuevas restricciones se pondrán en marcha tras su publicación en el Boletín Oficial de Canarias, que probablemente se hará mañana. 

“Estas normas no se hacen contra nadie, sino para la salud de las personas”, insistió Ángel Víctor Torres, que remarcó que no se deben buscar fórmulas “vericuetas para saltárselo, porque nos estamos autoengañarnos”. En este sentido, resaltó que “nos estamos jugando el tomar medidas más drásticas así como el presente y el futuro del Archipiélago”. 

“La vacuna no está, los anuncios no pueden llevar consigo que nos relajemos en las fechas presentes”, insistió el presidente del Gobierno. “Serán cuatro semanas en las que tenemos que ser mucho más responsables que en el resto del año”, afirmó Torres apelando a la responsabilidad colectiva e individual. “No podemos poner un agente de la policía local en cada uno de los canarios”, resaltó e insistió en que “no nos gusta tomar medidas drásticas”.

Torres explicó que estas decisiones se adoptan porque la incidencia acumulada de positivos por 100.000 habitantes es en Canarias de 45 personas en una semana, pero de 142 en Tenerife.

En esta isla la incidencia acumulada en catorce días es de 84, y el presidente ha comentado que de los últimos diez contagios que se han producido en Canarias siete se han producido en Tenerife.

Añadió que en el caso de la población de más de 65 años hay 70 casos por 100.000 habitantes en Tenerife, lo que se considera riesgo alto, lo mismo que el dato del camas UCI, que es del 15,5 por ciento en la isla tinerfeña.