El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha admitido este miércoles que los datos en dependencia en las islas no son buenos y no están "satisfechos" --han fallecido más de 3.000 personas en lista de espera según la asociación estatal de directores y gerentes en servicios sociales--.

En respuesta a una pregunta del Grupo Popular en la sesión de control, ha apuntado que "hay que seguir trabajando" porque el impacto de la Covid-19 en las residencias también "ha sido demoledor", si bien ha afeado a la portavoz popular, Australia Navarro, que utilice la "necropolítica" para culpar al presidente de los retrasos administrativos.

"Me entristece", ha señalado, resaltando que si hiciera lo mismo que Navarro resaltaría que mientras en Canarias han fallecido 48 personas por Covid-19 en centros de mayores, la cifra es mucho mayor en otras comunidades gobernadas por el PP.

"Con solo una persona fallecida esperando, fracasamos como sociedad", ha indicado, si bien ha destacado que Canarias es la cuarta comunidad autónoma que más ha mejorado en capacidad de respuesta a las solicitudes, con un 8,1% más.

Torres ha recordado el "vacío presupuestario" que hizo el PP a la ley de dependencia y ha pedido unidad a todas las fuerzas políticas para mantener el estado del bienestar en momentos de "apreturas económicas".

Navarro ha criticado que más de 3.000 canarios han fallecido en un "cruel" limbo administrativo --más de 4.100 según otro informe ministerial-- y antes que "presumir de escudo social", ha instado al presidente a "pedir perdón a las familias y darles el pésame". "Los dejaron solos, en silencio y sin ninguna atención", ha agregado.