Nuevo argumento en el ideario del independentismo catalán para cuestionar la actuación de los poderes del Estado, y más en concreto la del actual Gobierno central, sobre la situación en Cataluña y sobre la negociación abierta para encontrar una salida al conflicto político en ese territorio. La procedencia geográfica de los responsables públicos implicados en este nuevo proceso para superar los efectos del referéndum ilegal de 1-O, y de la posterior declaración de independencia de Cataluña anulada luego por la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Estado, es algo determinante, según algunos independentistas, para poder participar en la búsqueda de una solución. O incluso para poder opinar al respecto con conocimiento de causa. Y este argumento se lanzó el pasado miércoles en el Congreso por la diputada de ERC Montserrat Bassa contra la ministra de Política Territorial y Función Pública, la socialista canaria Carolina Darias, a su vez integrante de la Mesa de negociación abierta entre la Generalitat y el Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre el futuro de Cataluña.

La diputada independentista sugirió abiertamente que el origen canario de Darias conlleva de antemano un desconocimiento y un distanciamiento de la realidad catalana que la inhabilitan para hablar de Cataluña y como responsable política con capacidad de poder actuar desde el Gobierno. Así lo expresó en el inicio de una interpelación en el Congreso “para resolver el conflicto político con Cataluña” y en la que sorprendió con un planteamiento inédito en la dialéctica política y en la confrontación parlamentaria. “Señora ministra, usted es canaria. No le voy a preguntar qué conocimiento tiene de Cataluña, de nuestra sociedad y de nuestra cultura”, comenzó Bassa su intervención con un tono un tanto despectivo y en lo que pareció una clara insinuación de su convencimiento sobre la evidencia de ese desconocimiento y distanciamiento de la realidad catalana.

La socialista reprende la actitud “excluyente” de la parlamentaria Montserrat Bassa

A renglón seguido, Bassa, hermana de Dolors Bassa, una de las consejeras de la Generalitat condenada por el Tribunal Supremo por su participación en el procés y actualmente en prisión, tiró de argumentario del relato independentista sobre la situación en Cataluña y sometió a Darias a un interrogatorio tendencioso sobre la cuestión y sobre los sucesos del otoño de 2017: “Ya que vamos a hablar sobre represión a Cataluña, permítame que le haga algunas preguntas: ¿tiene usted alguna amiga o amigo independentista catalán, o que fuera a votar el 1-O? Y en caso afirmativo, ¿defiende o justifica que la policía le moliera a palos para que no votara aquel día? ¿Ha estado en Cataluña en alguna de las movilizaciones del 11-S [la Diada catalana], el 20-S [entrada de la policía judicial en la consellería de Economía de la Generalitat], o el 1-O?”.

La diputada pretendía arrancar a Darias algún tipo de reconocimiento de lejanía geográfica y de ignorancia sobre esos sucesos y por tanto incapaz, según ella, de poder corroborar los elementos de violencia que justificaron las condenas por sedición a los líderes del procés. O que asumiera que “no conoce la realidad de lo que pasa en Cataluña o que solo la conoce por los medios de comunicación”. Según la diputada de ERC, “la visión de la realidad catalana en los últimos años dista mucho si ha vivido allí, o si la ha seguido por los medios de comunicación”, aunque evitó aclarar ella misma que la diferencia de percepción se fundamenta sobre todo en si, siendo catalán, se es o no independentista.

Darias fue muy contundente en su respuesta respecto a la referencia que hizo Bassa sobre su origen geográfico. “No creo que mi origen canario sea para usted motivo de exclusión para que pueda responder como miembro del Gobierno de España a su interpelación”. Y continuó, haciéndose oír por encima de los aplausos que la bancada socialista y de la de diputados de otros grupos parlamentarios: “no creo que ninguna fuerza democrática, por el origen territorial de nadie, nos excluya a hablar de nada”. Y además ofreció a la diputada de ERC una mirada complementaria sobre la cuestión catalana: “Creo sinceramente que en cualquier tema, pero especialmente en este, necesitamos muchas miradas y muchas sensibilidades para poder dar solución a un conflicto larvado y enquistado”.

La ministra aseguró entender las “razones personales y familiares” y la “carga emocional y sentimental” que alimentaban la interpelación de Bassa, por tener a su hermana pagando las consecuencias penales por las ilegalidades cometidas por el Gobierno de Cataluña al que pertenecía en aquellos meses, pero le reprochó el sentido de su ataque.

La diputada de ERC acusa a la canaria de conocer solo por los medios la “realidad” catalana

“Las palabras crean realidades porque no solo dicen, sino que hacen, y a veces no hacen bien. Crean un marco y una realidad donde hay gente que se reconoce, pero hay otra gente que no se reconoce. Las palabras pueden generar cohesión en su grupo, pero mucha exclusión en otro”, recalcó la ministra antes de apostar por el diálogo y llamar a todas las partes implicadas a “dar un paso más y ser capaces de encontrar un mínimo común de entendimiento en el que nadie, o muy poca gente, se sienta excluido, y mucha gente se sienta incluida”.

“Yo sí soy capaz de ponerme en la piel de usted, usted no lo es de ponerse en la mía; antes de que yo subiera a la tribuna ya me estaba cuestionando por mi origen geográfico”, reprochó la ministra canaria, quien, por lo demás expresó la “apuesta decidida y firme del Gobierno por el diálogo y la negociación como fundamento de toda nuestra actuación” en relación con el conflicto catalán, al tiempo que insistió a la independentista que toda la actuación gubernamental siempre se asentará sobre la legalidad y dentro del marco constitucional.