El Gobierno de Canarias recupera las dependencias de la Casa del Marino para albergar a 50 menores migrantes no acompañados. A principios de noviembre de 2019, la Consejería de Derechos Sociales cedió a la Delegación del Gobierno estas instalaciones precisamente para acoger a 38 personas adultas llegadas en pateras que pasaron una noche en el parque Santa Catalina, sin mantas ni comida, y fueron trasladadas como medida de emergencia a un polideportivo de la capital grancanaria.

Pero el Ayuntamiento de la ciudad necesitaba recuperar ese espacio para darle su uso habitual. Entonces, Derechos Sociales cedió la planta once de la Casa del Marino para solucionar esta situación, y ahora la necesita para los menores que tiene bajo su tutela. La semana pasada remitió una carta al delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, solicitándole la devolución de esta dependencia. En la misiva, la Consejería explica la saturación que padece para dar respuesta a la llegada de tantos menores en este año, cuya tutela le corresponde una vez que arriban a Canarias.

Tiene bajo su custodia a 2.362 chicos y chicas, lo que supone un aumento superior al 310% con respecto al año pasado, distribuidos en 24 recursos en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, y no es suficiente. No solo ha pedido la solidaridad de otras autonomías para que acojan a estos jóvenes sino que busca infraestructuras para darles cobijo. La Casa del Marino es una de ellas y también está pidiendo a albergues privados que cedan sus dependencias provisionalmente hasta que baje esta presión migratoria.

La Subdelegación del Gobierno contestó ayer que ya está liberada la planta once, y ahora toca revisarla y acondicionarla. La Subdelegación está desalojando las tres plantas que llegó a ocupar en este edificio, y que han acogido durante meses a más de cien migrantes, personas que o bien están siendo trasladadas a otros recursos, o que han viajado a la Península.

El pasado fin de semana el antiguo colegio León, en El Lasso, empezó a recibir a migrantes. Estas instalaciones, cedidas por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, pueden albergar a 300 personas, migrantes que también se alojan en el campamento de Barranco Seco, y pronto lo harán en el cuartel Canarias 50 en La Isleta.