Unicef ha apremiado este viernes a intensificar la prevención y lucha contra el racismo y la xenofobia en Canarias ante la "alarmante estigmatización" que están sufriendo los menores inmigrantes no acompañados en el archipiélago.

Consciente de los retos que la presión migratoria en las islas está suponiendo para las administraciones implicadas, la organización ha recordado en un comunicado que, según datos del Gobierno canario, el número de menores extranjeros dentro del sistema de protección se ha casi quintuplicado en el último año: a finales de enero había 2.652, principalmente procedentes de Marruecos, Malí y Senegal.

Unicef ha abogado por que España cuente con "planes de contingencia eficaces" para atender rápida y adecuadamente las necesidades de la infancia migrante en los puntos de entrada a España, lo que implica una "revisión y preparación" con antelación de capacidades técnicas, residenciales y presupuestarias para poder desarrollarlo adecuadamente cuando surja la contingencia.

También ha considerado necesario adoptar un plan nacional de acción para la atención e integración de estos niños y adolescentes que esté coordinado por un órgano de alto nivel político y que cuente con el respaldo y participación de todos los ministerios implicados y las comunidades autónomas.

Protocolo eficaz para las derivaciones

"El contexto actual exige, tal y como se está haciendo, que se exploren fórmulas que garanticen responsabilidades equilibradas en todo el territorio, de manera que Canarias tenga apoyos suficientes por parte de otros sistemas de protección de la infancia y cuente con respaldo político, presupuestario y de coordinación por parte del Gobierno central", ha destacado.

Para la ONG, más allá de las respuestas a corto plazo que "ya" están dando los primeros resultados, entiende que el objetivo es dotarse de un "protocolo eficaz o mecanismo de derivación" que permita el traslado a otras comunidades si fuera necesario y en interés superior de cada menor no acompañado.

Asimismo, la organización considera fundamental garantizar una atención de calidad en los puntos de entrada y generar mecanismos y adoptar medidas que garanticen que los niños acogidos por el sistema de protección no llegan a la mayoría de edad sin documentación y permisos de residencia, y que no terminan viviendo en la calle.

"España tiene que dotarse de las herramientas de planificación, seguimiento, coordinación, evaluación, y también presupuestarias para poder hacer frente a este tipo de situaciones frecuentes en nuestro país, dada nuestra posición geográfica en el continente europeo", añade el comunicado.

Y no se olvida Unicef de que la Unión Europea tiene que apoyar ese proceso en la medida en que la política migratoria europea impacta directamente en los retos que España debe abordar en sus fronteras.