La llegada de los primeros 200 migrantes trasladados desde Gran Canaria a Tenerife ha incrementado el malestar en las principales instituciones tinerfeñas, que exigen que no se lleve el problema de una isla a otra y demandan más derivaciones a la Península y deportaciones. Dos de estas instituciones, el Cabildo y el Ayuntamiento de La Laguna, están lideradas por el PSOE, partido en el que es cada vez más evidente la preocupación de sus cargos y militantes por el desgaste político que está suponiendo las crisis migratoria para la formación y para las instituciones que presiden los socialistas. “Esto nos va a pasar factura”, advierten fuentes socialistas, hasta el punto de que no solo el partido en Canarias está chocando con el Gobierno central y con la dirección federal por este problema, sino que también lo está tensionando a nivel interno en las Islas. La oposición del presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y del alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, al traslado masivo de migrantes de Gran Canaria a Tenerife es un botón de muestra, pero no es el único.
Lo que no está consiguiendo la pandemia lo está haciendo la inmigración. Los socialistas creen que la gestión que se está realizando de la crisis sanitaria del Covid es satisfactoria y cuenta con la aprobación de una buena parte de la población, sin embargo la crisis migratoria es todo lo contrario porque está provocando tensión social, una gestión deficiente por parte del Estado que reconocen los propios socialistas canarios, cada vez más enfadados por esta situación, y la incomprensión del partido a nivel nacional, que no ha atendido hasta ahora las peticiones de sus correligionarios canarios. Al contrario, la dirección federal del partido ha llamado a capítulo a cualificados dirigentes del partido en las Islas para que rebajen el tono de sus críticas.
El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, también secretario insular del PSOE tinerfeño, no ha utilizado por ahora el tono beligerante de su homólogo grancanario, Antonio Morales, para arremeter contra la gestión de la inmigración del Gobierno de Sánchez pero sí ha sido claro: no se puede trasladar el problema de una isla a otra. “Tenemos que buscar alternativas en Canarias, en todas las islas, pero especialmente en derivaciones hacia la Península”, ha dicho Martín ante la llegada de migrantes a los acuartelamientos de Las Raíces y Las Canteras, en el municipio de La Laguna.
“Este es un problema de todos, no solo de Tenerife; hay que hacer más traslados a la Península”
El dirigente socialista ha mostrado su preocupación por la apertura de estos dos centros de retención de migrantes y los problemas derivados de seguridad y convivencia que puede suponer para la zona, como ha ocurrido en Gran Canaria. Por ello ha solicitado explicaciones sobre las medidas de control y seguridad que ha establecido la Delegación del Gobierno. En esta línea Martín sí coincide con los partidos de la oposición de la islas, entre ellos CC, que demandan que se aceleren las derivaciones a la Península y las repatriaciones a los países de origen.
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, ha ido rebajando el tono de sus críticas en los últimos meses. En septiembre el regidor lagunero se opuso al acondicionamiento de Las Canteras y de Las Raíces para albergar migrantes de forma masiva. “Luis Yeray tiene muchas presiones”, advierten fuentes socialistas en referencia a que el alcalde se encuentra entre dos fuegos: las presiones políticas, vecinales y de las bases de su formación en La Laguna, que rechazan la concentración de migrantes en el municipio, por un lado, y las presiones de los órganos de dirección de su partido y del Ministerio de Migraciones, que no han cedido en su pretensión de acondicionar las dos acuartelamientos con los fondos europeos otorgados a España para inmigración. Ahora Gutiérrez demanda extremar la vigilancia y la seguridad en la zona, está elaborando un plan propio con la Policía Local y ha enviado una carta a los vecinos colindantes con los dos centros para contactar con el Ayuntamiento en caso de que haya altercados.
“El problema que está generando la inmigración nos está afectando a nivel interno, Madrid contesta con evasivas a las peticiones que se realizan desde aquí, el descontento y la preocupación aumentan”, relata un cargo orgánico del PSOE. La olla a presión que puede suponer el trasvase de migrantes entre islas también repercute en la organización tinerfeña del partido, que es la que cuenta con más militantes socialistas de Canarias. Si la crisis migratoria se prolonga la oposición política en la isla, caso de CC y PP, utilizarán este asunto para incrementar el desgaste político del PSOE.
“Estamos ante una crisis humanitaria que afecta a toda Canarias y no solo a un único municipio”
La formación socialista de Gran Canaria se ha visto sorprendida por el rechazo en el traslado de migrantes de los socialistas tinerfeños, si bien entienden que este tipo de manifestaciones son más para el “consumo interno” de Tenerife que por motivos partidistas. Lo que sí se ve con creciente preocupación son las tensiones internas que está ocasionando la política migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez y también la nula capacidad de comunicación de la Delegación del Gobierno para gestionar el problema y contarlo a la ciudadanía. De hecho, Anselmo Pestana convocó a los medios para dar a conocer los datos de seguridad vinculados a la inmigración después de las presiones ejercidas por el propio presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, y los partidos del cuatripartito.
