El Ministerio de Migraciones y la Delegación del Gobierno culminaron ayer el desalojo definitivo del complejo turístico Arguineguín Park, ocupado por migrantes irregulares desde el pasado mes de noviembre. De esta forma, el Ejecutivo cumple con el compromiso adquirido con el Ayuntamiento de Mogán de vaciar el alojamiento lo más rápido posible porque no contaba con licencia de apertura y por los problemas de convivencia y altercados con los vecinos de la zona que han habido en las últimas semanas. A finales de enero se desalojó también el complejo Puerto Azul, en Puerto Rico.

El delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, primero, y la subdelegada en Las Palmas, Teresa Mayans, después, había comunicado a la Corporación moganera que el Arguineguín Park se iría vaciando en estos días y durante la mañana de ayer las guaguas se llevaron a los últimos migrantes que quedaban en el recinto hotelero en dirección a los centros habilitados en antiguas instalaciones militares, es decir, Barranco Seco y el Canarias 50 en Gran Canaria y Las Raíces, en Tenerife.

La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, recordó que el problema de este inmueble es que no tenía licencia de primera ocupación. “El Gobierno de España hizo un contrato irregular con Cruz Roja para este edificio porque necesitaba la licencia para alojar a cualquier tipo de personas y por eso se han dado prisa en vaciarlo primero porque se encontraba en condiciones ilegales”, añadió. El Ayuntamiento de Mogán ya tenía el expediente sancionador en marcha “pero el responsable subsidiario es Cruz Roja por contratar directamente con el propietario sin tener título habilitante y también el Gobierno de España”, añadió.

Tras el desalojo de Puerto Azul y Arguineguín Park, en el municipio de Mogán quedan seis establecimientos ocupados por migrantes adultos y tres con menores de edad no acompañados. Según Bueno, la Delegación del Gobierno se había comprometido a acelerar el desalojo de los migrantes de los establecimientos turísticos porque ya tienen habilitados los centros ubicados en las antiguas instalaciones militantes cedidas por Defensa y porque “le está suponiendo una sangría de dinero al Gobierno con un gasto de 10 millones de euros, a razón de 50 euros diarios por migrante adulto. Entre Mogán y San Bartolomé de Tirajana hemos albergado a más de 6.000 migrantes”, explica la regidora.

Casi 2.000 hospedados

En los picos más altos de la crisis migratoria los dos inmuebles turísticos ya desalojados de Mogán han sido los que han alojado más migrantes, sobre los 900 cada uno, por su capacidad alojativa. De esta forma, cerca de 2.000 migrantes han salido ya del sur grancanario y han ido a engrosar los campamentos del Colegio León, Canarias 50 y Barranco Seco, que ya están prácticamente a tope. Ahora los africanos llegados irregularmente a las costas canarias están siendo trasladados a la isla de Tenerife.

Onalia Bueno llamó la atención de nuevo sobre la situación de los menores migrantes, que el fin de semana volvieron a protagonizar un grave altercado violento en un centro. “Ya les dije a la subdelegada y la viceconsejera que hay que llevar a cabo un plan de choque porque creemos que hay hasta 1.000 de estas personas que no son menores, podemos atajar este problema acelerando las pruebas óseas pero tenemos que ponernos a trabajar todos a una porque esto se puede convertir en un problema”, añade la alcaldesa.

Otro alojamiento turístico que se desalojará definitivamente en los próximos días es el hotel Waikiki, en Playa del Inglés, según confirmó hace unos días la Delegación del Gobierno al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Asimismo, la intención del Ministerio de Migraciones es acelerar lo máximo posible las derivaciones de migrantes de los complejos turísticos hacia los campamentos que se han habilitado. La mayoría de los migrantes que quedan por desalojar irán a los centros de Tenerife, Las Raíces y Las Canteras, lo que ya está provocando el rechazo y las críticas de las fuerzas políticas de la isla y la preocupación entre los vecinos de las zonas colindantes.