Anselmo Pestana, delegado del Gobierno en Canarias, realizó ayer una visita sorpresa y de urgencia al campamento de Las Raíces (La Laguna) tras las protestas protagonizadas esta semana por los migrantes que están siendo trasladados ahí desde los hoteles por el frío que se padece en esas las instalaciones, la humedad y la escacez de alimento y por los incidentes que se vienen sucediendo. El socialista acudió acompañado por mandos en las Islas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil.

La presencia de Pestana en Las Raíces, que tuvo lugar a media mañana, se produjo además horas después de que un grupo de vecinos mostrara su inquietud por las incidencias que se vienen encadenando desde el pasado fin de semana, el más grave el del martes por la noche cuando una pelea entre dos grupos numerosos de migrantes se saldó con dos vigilantes del centro heridos y tres detenidos.

Pestana y los representantes del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, además de realizar un recorrido por las instalaciones, intercambiaron opiniones con los responsables de mantener el campamento operativo, tanto desde el punto de vista logístico como de seguridad.

Fuentes del centro apuntaron que una parte importante de los asuntos que se trataron, si no casi su totalidad, estuvieron asociados a la convivencia en las instalaciones y a los problemas denunciados en reiteradas ocasiones por los migrantes, es decir, “el frío”, muy intenso durante la tarde-noche, y el estado en el que se encuentran varias infraestructuras.

Las agresiones que se produjeron el martes por la tarde –el calibre de la reyerta obligó a activar a efectivos de la comisaría de la Policía Nacional de La Laguna– y la inquietud de algunos vecinos de Las Raíces fueron los ejes sobre los que pivotó una reunión que tenía como objetivo “ajustar la coordinación del sistema de seguridad” para evitar que se repitan picos de tensión en un centro que deberá alcanzar los 2.000 ocupantes.