El Ganso Valiente, el yate de lujo que durante años fue uno de los incontables caprichos que se dio John Palmer, está a la venta desde hace un mes. Un despacho de abogados gallego gestiona los trámites de una operación valorada en 400.000 euros. El Brave Goose of Essex, construído hace medio siglo, permanece atracado en la dársena de Oza de A Coruña a la espera de que se concrere y, sobre todo, formalice la mejor oferta. “Si conoce a alguna persona interesada en su compra dele mi teléfono”, nos traslada un portavoz de la empresa viguesa Zarpas Catamaranes que ha colocado en el mercado una embarcación que durante un puñado de años estuvo amarrada en la dársena de Los Llanos de la capital tinerfeña.

Varias personas se han interesado en su compra, aunque a día de hoy no se descarta que alguna de esas propuestas esté asociada al hecho de conocer de primera mano cómo es el barco que albergó las jornadas de mayor gloria de Goldfinger –cuenta con cuatro camarotes con capacidad para ocho personas y puede llegar a navegar con una tripulación de siete personas a una velocidad media de 11 nudos por hora– que fue reparado a fondo en Tenerife hace 30 años, mucho tiempo después de que se produjera la última detención de John Palmer en España (aeropuerto internacional Reina Sofía de Tenerife, junio de 2007).

A precio de saldo

En sus mejores días el barco estuvo valorado en seis millones de libras esterlinas, pero su precio se ha devaluado debido a los embargos judiciales que cercan al entorno más próximo al difunto John Palmer. Su excompañera, Christina Ketley, llegó a cerrar una operación de compra por 74.000 euros antes de que los letrados inmovilizaran este patrimonio para saldar los pagos a las más de 200 víctimas de las operaciones de time-sharing (una estafa turística de alojamientos de tiempo compartido) que denunciaron las prácticas mafiosas del estafador británico.

El casco de El Ganso Valiente es de acero, tiene montada una estructura de alumino y la cubierta es de teca. Además de contar con un comedor interior y otro exterior, tiene instalado un spa.

Ficha Técnica:  ‘El ganso valiente’

  • Año.- 1972.
  • Constructor.- Toughs Shipayard (Reino Unido).
  • Astillero.- Teddington.
  • Calado.- 3,5 metros de eslora, 6,4 de manga y 2,3 de calado.
  • Camarotes.- Cuatro / Ocho pasajeros.
  • Tripulación.- Hasta siete personas.
  • Motores.- Dos Gardner dieses (8l3B) y propulsado por unas hélices de doble tornillo.
  • Velocidad.- 10 knots / hasta 11 nudos a la hora.
  • Valor en el mercado.- Seis millones de libras.

El Brave Goose of Essex llegó a ser una pieza estratégica en la pujante economía de Goldfinger, un despacho flotante que siempre estuvo en el punto de mira de los investigadores: en distintas ocasiones se montaron operaciones de seguimiento para fotografiar a las personas que se reunían en el yate en un punto intermedio entre Tenerife y Gran Canaria, la vertiente de Anaga o la costa de Teno.

El patrimonio que Palmer reunió desde su base de operaciones canaria –ubicada en Adeje– es incalculable, pero en 2004 la BBC difundió en una información que giraba en torno a todas sus jugarretas financieras que su fortuna personal era igual de valiosa que la de la Reina de Inglaterra. Los investigadores probaron que su índice de beneficios durante su etapa canaria superaban de largo los 600 millones de euros.

Pero El Ganso Valiente no era el único antojo que se dio el mafioso cuando se convirtió en el rey Midas del time-sharing en Europa –al margen de las operaciones fraudulentas que se denunciaron en Adeje, Arona y Maspalomas, otra pata de su imperio maduró en la Costa del Sol–, ya que en el inventario de su fortuna al menos aparecen más de media docena de complejos turísticos en el Archipiélago, un jet privado, dos helicópteros, un castillo localizado en Francia que disponía de su propio campo de golf y diversas mansiones en el Reino Unido, además de unas pistas que conducían directamente al paraíso fiscal de las Islas Caimán que se salvaron entre los rescoldos de uno de los numerosos incendios que sufrieron sus oficinas en el sur de Tenerife cada vez que la Policía le pisaba los talones.

Palmer siempre defendió que él no desembarcó en Tenerife hace 35 años con una mano delante y una detrás, pero su turbio pasado británico lo convirtió desde el minuto cero en un objetivo prioritario para los detectives británicos y, a partir de 1985, españoles. Su vida oscilaba en torno a los movimientos áureos de un exjoyero que encontró una nueva salida profesional en los negocios inmobiliarios de dudosa reputación.

El livemotiv de su existencia estuvo vinculado siempre con su oficio, con un gran robo registrado en el aeropuerto de Heathrow (Londres) semanas antes de instalarse en Canarias y con una efervescente trayectoria en el Archipiélago que ayudaron a ganarse a pulso el apodo de Goldfinger. “Recuerda la regla de oro; quien tiene el oro, hace las reglas”, hizo grabar en una placa que atrapaba las miradas de las personas que visitaban su despacho.

Cronología

1950

  • John Edward Palmer nació en el seno de una familia humilde de Solihull (Reino Unido). Disléxico, nunca fue un alumno brillante pero sí un gran buscavidas que ganó las primeras libras esterlinas con trabajos esporádicos y mal remunerados -limpiando tejados, de aprendiz en un taller de mecánica o vendiendo parafina de puerta en puerta- hasta que halló un acomodo profesional como joyero. En 1983, el mismo año en el que se le vincula con el robo de un gran cargamento de oro en una de las terminales de carga del aeropuerto de Heathrow, ya gestionaba media docena de joyerías y una fundición. Nunca revelaba quién y de dónde procedía el oro que entraba en sus depósitos. Así creció la leyenda.

2001

  • Lo que no consiguieron los investigadores de Scotland Yard que asumieron las diligencias del gran asalto de Heathrow  sí pudieron cerrar los policías que indagaron una macroestafa -con una cifra de afectados cercana a las 20.000 personas- por time-sharing que lideraba la red criminal de John Palmer en el sur de Tenerife y Gran Canaria. El exjoyero terminó en una celda de la prisión de Old Bailey (Reino Unido) al tiempo que la Audiencia Nacional proseguía con sus pesquizas para desactivar la estructura de delincuentes que operaba en el Archipiélago. Con Palmer entrerrejas se desencadenó en el sur de Tenerife una feroz lucha entre bandas para ocupar el vacío de poder originado.   

2001

  • El juez Baltasar Garzón aterriza de madrugada en Los Rodeos para activar la operación Alpine. Más de un centenar de funcionarios del Cuerpo Nacional de Policías, mucho de ellos llegados expresamente desde la Comisaría Central de Madrid, participan en el registro de dos docenas de inmuebles ubicados en varios enclaves de la Isla -la mayoría en Adeje y Arona- que acabó con 11 detenidos y la incautación de una cantidad desorbitada de información (ordenadores, libros de contabilidad, facturas...). Además de Garzón, el laberíntico entramado de John Palmer fue investigado por la Audiencia Nacional a través de otros tres jueces: Fernando Grande-Marlaska, Pablo Ruz y José de la Mata.

2007

  • Agentes del Cuerpo Nacional de Policía del puesto fronterizo de Tenerife Sur arrestan a John Palmer en el momento en el que desembarca de un vuelo procedente del Reino Unido. Los funcionarios le entregan una orden de busca y captura dictada por la Audiencia Nacional -este hecho era desconocido por sus asesores jurídicos- y es enviado esa misma tarde a Madrid. Eso sí, antes de regresar al Reina Sofía, funcionarios de las Unidades de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) registran exhaustivamente los apartamentos Flamingo de Adeje. Como en anteriores ocasiones, Goldfinger abona la fianza y recupera la libertad, pero en lugar de volver a Tenerife se marcha a Essex (Reino Unido). 

2015

  • Dennis Arthur New, uno de los hombres de confianza de John Palmer durante su estancia en Tenerife -los investigadores incluyeron en este círculo a Mohamed Derbah y Richard Cashman-, muere de un infarto cuando residía en su casa de Tailandia. Fue uno de los estrechos colaboradores de Goldfinger en los años que amasó una extensa fortuna: cuando su jefe fue arrestado por última vez en España. De no sufrir el fatal desenlace en suelo asiático, las probabilidades de que Dennis Arthur New acabara sentado en un banco de la Audiencia Nacional hubieran sido bastante altas. Falleció casi a la par que John Palmer, pero su adiós fue mucho más silencioso que el de su mentor.

 2015

  • John Palmer se desploma el 25 de junio en el jardín de su suntuosa mansión de Brentowood (Essex), En un primer instante se especula con la posibilidad de que hubiera sufrido un infarto -Goldfinger había sido sometido recientemente a una intervención quirúrgica cardiaca-, pero durante la autopsia se descubre la existencia de una microbala en su cuerpo. El delincuente iba a ser juzgado por la Audiencia Nacional y estaba en libertad provisional tras pagar una fianza de 50 millones de euros. A Goldfinger le pedían 14 años de cárcel por la comisión de los delitos de asociación ilícita, estafa, blanqueo de dinero y tenencia ilícita de armas, que lógicamente se quedaron en un papel mojado,

2018

  • Christina Ketley, pareja sentimental de John Palmer, toma la iniciativa de ofrecer una generosa recompensa a quien proporcione una información sólida relacionada con el asesinato ocurrido tres años antes. La investigación se ha atascado y decide hacer público un anuncio en el que llega a ofrecer hasta cien mil libras esterlinas -unos 114.000 euros- a cambio de una información fiable. Una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la delincuencia organizada (Crimesttoped) es la responsable de difundir la publicación de un “anuncio por palabras” que acaba siendo investigado por si los fondos que se ofrecer al delator pudieran proceder de alguna actividad ilícita.  

2019

  • La estafa multimillonaria derivada de las operaciones de time-sharing impulsadas por la organización delictiva liderada por John Palmer es juzgada en la Sección Segunda de la Sala de los Penal de la Audiencia Nacional. La Fiscalía solicita penas de hasta diez años de cárcel y multas por encima de los dos millones de euros por un fraude en el que se vieron afectadas más de dos 205 víctimas. El abogado tinerfeño Ramón Solano y Chirstina Ketley son exonerados al inicio de la vista por haber prescrito los delitos que supuestamente les implicaban. Richard Cashman, lugarteniente de John Palmer, sí acaba en el banquillo de los acusados junto con otras siete personas. 

2019

  • Cuatro meses después de celebrase el juicio en la Audiencia Nacional -además de Richard Cashman, en el bando de los acusados también aparecen Keith Peter Davies, Dean Lawrence Wells, Darren John Morris, Paul John Murray, Jorge Maximiliano Gallart, Neil Campbell y Jacoba Klazina- Richard Cashman es condenado a una pena de un año y ocho meses de cárcel por un delito de estafa vacacional de multipropiedad gestada en Canarias en los años 90. Cashman incidió en varias partes del proceso que él solo era “un empleado más” que, en los momentos de ausencia de su jefe (John Palmer), era el encargado de firmar los cheques porque sino los trabajadores no cobraban.