Ni el pequeño tamaño del mercado, ni el precio del transporte, ni el coste de almacenamiento justifican el elevado precio de los combustibles en La Palma, La Gomera y El Hierro, solamente la falta de competencia y el oligopolio que ejerce la compañía DISA. Esa es la explicación ofrecida en comisión parlamentaria por Juan Luis Jiménez, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, quien advirtió de que ni las reducciones fiscales sobre los carburantes ni las subvenciones adicionales al transporte se traducen en bajadas de precio al consumidor, sino en aumentos del margen de la empresa.

La receta de Jiménez para que bajen los precios de los carburantes en las islas más occidentales, donde llenar un depósito tiene un sobrecoste de más de 20 euros, pasa por reducir las barreras de entrada a nuevas estaciones de servicio y favorecer el acceso de operadores independientes, que es lo que ha permitido que en las demás islas los precios hayan tenido una evolución más moderada. Juan Luis Jiménez y Jordi Perdiguero, de la Universidad Autónoma de Barcelona, son los autores del informe de evaluación de los mercados minoristas insulares de hidrocarburos para automoción, encargado por el Gobierno de Canarias y que este miércoles fue presentado ante los diputados de la Comisión de Economía del Parlamento autonómico. El experto aclaró que el precio de la gasolina en el conjunto de Canarias es más caro que en la península si se excluyen los impuestos, precisamente por la situación de oligopolio en cinco de las islas.