Cien migrantes subsaharianos que estaban en periodo de cuarentena en el Centro de Gestión Compartida de Misión Cristiana Moderna, conocido como la nave del queso, fueron trasladados ayer al campamento de El Matorral, ubicado en una parcela del antiguo cuartel y Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Fuerteventura, con capacidad para unas 700 personas. Dos guaguas con estos migrantes de Mali, Senegal o Gambia partían por la tarde al nuevo recinto, otro de los macrocentros habilitados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, cedido por el Ministerio de Defensa, para albergar a las personas llegadas en pateras y cayucos a las Islas, al igual que el Canarias 50, en La Isleta, o Las Raíces, en La Laguna, Tenerife. Son centros de régimen abierto y se han acondicionado con carpas con literas y baños químicos. Los migrantes han denunciado que pasan hambre y frío en estos campamentos temporales.
Además de las tiendas de campaña en El Matorral, el Gobierno ha acondicionado dos naves del antiguo CIE para, en un principio, alojar a las personas que pasan la cuarentena tras llegar a la Isla y a los positivos en la Covid-19. Estas instalaciones serán gestionadas por Cruz Roja.
En la nave del queso quedan aún 104 personas en cuarentena y que suelen pasar un periodo de diez días, indica el pastor Ángel Hernández, de Misión Cristiana Moderna. En principio se trasladaron ayer a estas cien personas y posteriormente se espera que se lleven al otro centenar que queda en las dependencias, y se supone que los 300 migrantes que están alojados en los hoteles de las Isla también serán albergados en El Matorral.
El Pastor Ángel considera que las condiciones actuales de El Matorral, con tiendas de campaña y baños químicos, no son las más adecuadas para estas personas. Además, indica que entre los migrantes hay muchos malienses que, al proceder de un país en conflicto, son candidatos seguros para obtener la protección internacional y poder seguir el tránsito a otras comunidades por ser personas vulnerables, pero en la Isla no está funcionando ese servicio que debe dar la Delegación del Gobierno. El campamento de El Matorral forma parte de la red de recursos con los que el Ministerio de Migraciones, a través del llamado Plan Canarias, pretende crear 7.000 plazas de acogida en el Archipiélago para albergar a las personas llegadas en pateras y cayucos que se encuentran en hoteles y apartamentos. En las Islas quedan unos 5.000 migrantes en hoteles. La apertura del centro de El Matorral se suma, por tanto, a los macrocampamentos instalados en el Colegio León, en el Lasso, y el acuartelamiento Canarias 50, ambos en Las Palmas de Gran Canaria, y Las Raíces. En el campamento de Barranco Seco solo están 72 horas para hacerles las PCR y la filiación.
En el mes de marzo se abrirá otro de los recursos anunciados por el ministro José Luis Escrivá, la nave cedida por Bankia en el polígono industrial de El Sebadal, en la Isleta, que gestionará la Fundación Cruz Blanca, con capacidad para 200 personas.
Misión Cristiana Moderna acogía hasta que ha comenzado la derivación a El Matorral a 354 personas, de las que 204 permanecían en la nave del queso y 150 en el Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) que gestiona la entidad religiosa y son instalaciones más estables.
El resto de personas están bajo el cuidado de Cruz Roja, distribuidos entre un hotel de Corralejo y un bloque de pisos en Puerto del Rosario, donde se alojan mujeres, algunas de ellas con niños a su cargo.
Estancados
El delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, expuso ayer que más de medio centenar de migrantes africanos ha expresado el deseo de volver a su tierra y casi una decena de ellos ha retornado ya a Marruecos costeando el regreso por sus medios tras verse estancados en las Islas. Para Pestana, la decisión de esas personas “es un elemento positivo” para atajar el aumento del número de pateras y cayucos que arriban a la región, “porque, si la percepción en origen es de que se fracasa en el proyecto de migración irregular, la gente va a dejar de venir, obviamente, porque percibe que Canarias no es un puente seguro para poder llegar a donde quieran llegar”. “Hace una semana salieron unos nueve” que ya están de regreso y “en el colegio León tenemos detectados unos cincuenta que quieren volver a Marruecos”, afirma. Los que no pueden costear el regreso piden ayuda al Estado.
De otro lado, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó ayer que abre la puerta a que una comisión de varios diputados y senadores visiten el Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Barranco Seco, al que hasta el momento sólo ha accedido el parlamentario de EH Bildu Jon Iñarritu.
El ministro del Interior espera que todos vayan a la vez en una visita organizada para no afectar al trabajo del centro. Varios diputados y senadores, entre ellos del PP y de Coalición Canaria, se han quejado de que no se les ha permitido acceder a las instalaciones de Barranco Seco.
