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Cambios en el tablero político de Canarias | Renuncia del presidente de Fuerteventura

La dimisión de Blas Acosta abre una nueva etapa de alianzas políticas en Canarias

PSOE, CC y PP abren un proceso de contactos que afectan a cabildos, ayuntamientos en Fuerteventura, Lanzarote, La Palma y Tenerife

Blas Acosta

El tablero político de las Islas vuelve a agitarse por lo que sucede en Fuerteventura. El movimiento del ya expresidente del Cabildo majorero, Blas Acosta, de dimitir para desactivar la moción de censura que pendía sobre él tiene un impacto insular y local, pero sus efectos abren también una nueva etapa de alianzas que modifica la correlación de pactos en varios ayuntamientos y en algunos cabildos no solo de Fuerteventura, también en La Palma, Lanzarote y Tenerife. Pese a que hoy se presenta el pacto para la gobernabilidad en el cabildo majorero entre PP, CC y AMF, al tiempo nacionalistas, populares y socialistas mantienen negociaciones cruzadas que podrían dan al traste con ese acuerdo y desmontar el actual equilibrio político insular y municipal en Canarias.

Dirigentes cualificados de CC relatan que desde la dirección regional del PSOE ya han existido intentos de acercamiento con los nacionalistas en esta legislatura, primero en La Palma y después en Fuerteventura. Desde Coalición se le ha ofrecido a los socialistas un “pacto global” que no se limite solo a resolver el papelón de Blas Acosta en el Cabildo majorero, sino que vaya más allá y cambie el signo de los pactos tanto en la isla majorera como también en Lanzarote o La Palma y en varios ayuntamientos majoreros y de otras islas.

A la vez que los nacionalistas se han reunido con los socialistas, los encuentros también se han dado con los dirigentes populares. CC y PP trataron, de hecho, cerrar un acuerdo para el Gobierno de Canarias. Génova mantiene desde entonces abierta las líneas de comunicación con la dirección de Coalición.

Estas alianzas políticas están condicionadas aún por la desconfianza que domina las relaciones entre socialistas y nacionalistas, sobre todo en Tenerife. Desde CC no se olvida que el objetivo del PSOE y de su líder, Ángel Víctor Torres, antes y después de las elecciones de mayo de 2019 fue desalojar a CC allí donde era posible, lo que desembocó en un cambio drástico del reparto del poder político autonómico, insular y local en favor de los socialistas que en islas como Lanzarote y La Palma fue con pactos con el PP y en Gran Canaria con NC.

Uno de los principales reproches de CC es que se frustrara el año pasado el pacto con el PSOE en el Cabildo de La Palma donde los socialistas mantienen en la Presidencia al PP. Los nacionalistas fueron desalojados, además, del Ayuntamiento de la capital palmera por PP y PSOE. “Torres no controla a su partido en La Palma pese a que el secretario insular es el delegado del Gobierno”, advierten desde Coalición. En las últimas semanas la polémica existente en la isla bonita por la vacunación irregular de una consejera insular socialista ha vuelto a resucitar la posibilidad de que haya un entendimiento entre PSOE y CC.

Socialistas y nacionalistas son los dos partidos mayoritarios en Canarias y una alianza entre ambos generaría una estabilidad política de la que se ha carecido en lo que se lleva de legislatura en algunas instituciones. Un acuerdo entre ambos no se descarta en Fuerteventura y, de hecho, dirigentes de ambas formaciones lo analizan porque aún quedan dos semanas para el pleno del Cabildo majorero que elegirá al nuevo presidente insular. Los dirigentes de CC consultados creen que en Lanzarote también pueden fraguarse movimientos en semanas.

Coalición reclama a los socialistas un “pacto global” más allá de los gobiernos majoreros

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Este nuevo escenario que se abre con la crisis en Fuerteventura está condicionado asimismo por las múltiples aristas locales e insulares que caracterizan a la política canaria. Bajar del tablero político regional a la realidad de cada isla y municipio demuestra que las relaciones personales y las vendettas pueden echar al traste con la estrategia central de los partidos. Sin ir más lejos, la posibilidad de que Sergio Lloret presida el Cabildo majorero gracias al apoyo de CC está levantando en armas a una parte destacada de la militancia nacionalista de la isla. Hasta que se celebre el pleno de la corporación en dos semanas pueden pasar muchas cosas y, en este sentido, la renuncia de Blas Acosta allana el camino para un entendimiento con los socialistas.

La posición de NC

La fuga que protagonizó la diputada de AMF Sandra Domínguez del grupo parlamentario de Nueva Canarias (NC) llevó la preocupación hace algunas semanas a la formación que preside Román Rodríguez, pero también al PSOE. No se perdía la mayoría absoluta pero sí se ajustaba aún más en la Cámara la correlación de fuerzas entre los grupos que apoyan al Ejecutivo y los que están en la oposición. En este tiempo NC ha intentado alcanzar un acuerdo con Domínguez para que renunciara al escaño porque el segundo de la lista es un militante de NC en Fuerteventura y así se recuperaría la mayoría reforzada del cuatripartito en el Parlamento.

En los próximos días se aclarará que pasará ya que si la dimisión de Acosta lleva finalmente a un pacto PSOE-CC y frustra el acuerdo de los partidos que buscaban la censura, la parlamentaria majorera dejaría inactiva la posibilidad de irse de la Cámara como le ha pedido NC, por lo que el escenario en el Parlamento se podría complicar para el Ejecutivo. A día de hoy se mantiene el acuerdo de que Domínguez deja el escaño a cambio de la renuncia de Alejandro Jorge (NC) a presidir el Cabildo para abrir la puerta a Lloret, pero hasta el mismo día del pleno Jorge puede echarse para atrás y frustrar esta operación.

El escaño de Domínguez sigue pendiente de lo que haga NC en el pleno majorero

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¿El movimiento de Acosta guarda relación con la tensión interna existente en el PSOE por su pretensión de ocupar el escaño vacante en el Senado? Desde la formación socialista se descarta que haya un vínculo entre ambas cuestiones, de hecho hay varios sectores del partido que están pidiendo una tercera vía para frenar la imagen de peleas internas que está dando el PSOE por la pugna entre Tenerife, que propone a Santiago Pérez, y el dirigente majorero, que cuenta con respaldos en varias islas.

Una de las opciones que está sobre la mesa es que el escaño sea ocupado por la cuota tinerfeña, porque así se exige desde esa isla, pero que sea una mujer que concilie más consensos que las figuras de Pérez y Acosta.

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