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Crisis migratoria | Sospechas de ‘juego sucio’ por parte de las autoridades canarias

“Los migrantes estropean la foto con la que se quiere salvar el turismo en las Islas”

Acusaciones desde el País Vasco de que los africanos bloqueados en la frontera

de Irún de camino a Francia son “expulsados” de las Islas por intereses turísticos

Jóvenes africanas acogidas en el albergue de la Cruz Roja de Irún caminan este martes por las calles de la localidad fronteriza con Francia. | | JUAN HERRERO / EFE

Cientos de migrantes africanos viven en el paso fronterizo de Irún (Guipuzcoa) el segundo bloqueo de su camino hacia Francia y otros países de la UE. En su ruta hacia el norte, se encuentran ahora con el férreo control policial francés con el que las autoridades de ese país trata de contener la pandemia sanitaria, pero también establecer una estrecha vigilancia de la entrada de personas migrantes por la alerta terrorista en vigor desde hace años al otro lado de la frontera. La mayoría de esas personas procedentes de África han entrado en España a lo largo de los últimos meses y lo han hecho en patera a través de la ‘ruta canaria’. Tras lograr por fin saltar a la Península en las últimas semanas tras la relajación de los controles por parte del Ministerio del Interior en el acceso a algún vuelo desde las Islas, sufren ahora una nueva obstrucción en su marcha, lo que está produciendo un ‘tapón’ en esa frontera entre Francia y España.

Unos 125 migrantes se encontraban ayer en esta localidad fronteriza esperando sortear los controles policiales y pasar a Francia. La mayoría de ellos son de Marruecos, Mali y Argelia, y estaban siendo atendido por el ayuntamiento de Irún y por Gobierno vasco, además de por distintas organizaciones de acogida. Hasta hace un mes, el número de migrantes que llegaban a la localidad para pasar a Francia rondaba la decena a la semana. Desde principios de febrero, la cifra se ha multiplicado por tres, según reconocen fuentes municipales irundarras en conversación con este periódico. Ayer llegaron 25 hombres y 2 mujeres, que se suman a los que permanecían en la localidad esperando alguna oportunidad de pasar la frontera.

Pero lo llamativo en la situación de estos migrantes procedentes de Canarias es la sospecha en muchos sectores en el municipio guipuzcoano, y en el propio Gobierno vasco, de que su llegada a este paso fronterizo es consecuencia de una especie de operación política entre el Gobierno central y canario para ‘expulsarles’ de las Islas con el objetivo de “preparar la imagen del Archipiélago y tratar de salvar el turismo”, según reconocen algunos interlocutores. Es lo que sostiene, por ejemplo, el colectivo Irungo Harrera Sarea, la Red de Acogida de Irún, que está atendiendo a los migrantes que llegan a ese municipio. “Nosotros creemos que hay una decisión política del Gobierno central, nos imaginamos que en connivencia con el Gobierno de Canarias, para salvar turísticamente a Canarias, y en la foto no quedan bonitos los inmigrantes. Estropean la foto”, señala su portavoz, Jon Aranguren.

Asegura en este sentido que la asociación no está con ello criticando que se permita la salida de los migrantes de las Islas y que puedan trasladarse a la Península o tratar de pasar a Francia por este u otros puntos fronterizos. Lo que señala de forma crítica, resaltan, es que eso se haga por motivos económicos en este momento preciso cuando se ha estado impidiendo durante meses. “Las declaraciones que oímos a los representantes políticos era que los iban a dejar allí, que los están sujetando, es lo que están transmitiendo, y entendemos que no es cierto, es un mensaje falso porque es obvio que ahora están permitiendo su salida”, afirma este portavoz en referencia a las declaraciones del ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska subrayan que su departamento “no organiza viajes de migrantes desde Canarias a la Península” salvo en los casos de personas vulnerables o a las que se concede el derecho de asilo. Ello pese a la evidencia de que de los más de 23.000 africanos llegados a Canarias durante el 2020, sólo quedan actualmente en las Islas poco más de 6.000.

El portavoz de la Red de Acogida de Irún apunta que “hay inicialmente una actitud reprobable de convertir a Canarias en Lampedusa, se adopta una decisión política en este sentido evitando que los migrantes salgan de las Islas, y ahora se toma otra decisión política de distinto signo pero igualmente criticable, porque lo que quieren hacer es expulsar de las Islas a los migrantes porque estropean la foto”. “De repente les dejan salir o les facilitan una salida que antes les impedían, o puede que sea el propio Gobierno quien organiza esta operación”, afirma el portavoz de este colectivo, que denuncia además que la frontera con Francia “en realidad está cerrada sólo para negros y árabes, porque los demás podemos pasar sin problemas”.

El Ejecutivo vasco evita apuntar a las autoridades isleñas y estatales pero no niega la sospecha

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Red de Acogida de Irún se dedica sobre todo a explicar a los migrantes que llegan al municipio con qué recursos pueden contar estas personas en Irún, cómo pueden acceder a ellos y cómo utilizarlos, y qué dificultades se van a encontrar en la frontera a la hora de continuar el viaje. Aseguran que, entre otras cosas, les van a recoger a la estación del autobús, que es el medio por el llegan de forma mayoritaria, y les explican “todo lo que les pueda interesar para continuar su viaje”. Aunque su procedencia española inicial es Canarias, llegan al municipio fundamentalmente desde Madrid, pero también desde Valladolid, Pamplona o Sevilla.

Desde el Gobierno vasco se evita apuntar de forma tan directa hacia el interés turístico por parte de Canarias como origen de la llegada de africanos a Irún, pero no lo niega, dando a entender que tiene esa sospecha. El director de Migración y Asilo, Xabier Legarreta, ha sido preguntado estos días de forma directa al respecto y se limita a señalar que “no es una información que esté en mi competencia”, destacando eso sí que la mayoría de estas personas proceden del Archipiélago, y dando así la impresión de que asumía la interpretación de que se busca “salvar la foto turística” del Archipiélago.

Por su parte, el ministro del Interior afirmó en el Senado en respuesta a una pregunta parlamentaria que la llegada de algo más de cien personas a Irún en unos días “no se puede considerar que sea masiva”. “Si cien migrantes es una entrada masiva, que no me gusta el término, no sé qué entendería usted en otros conceptos cuantitativos”, respondía el ministro a la senadora del PNV Almudena Otaola.

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