Los vuelos de deportación de inmigrantes irregulares organizados entre España y Marruecos no van a cesar pese a que Marruecos haya decretado desde anoche el cierre del espacio aéreo para aviones procedentes de España y Francia por razones sanitarias, para evitar la propagación de la Covid-19.

Según dijeron a Efe fuentes relacionadas con la organización de estas operaciones de deportación, la medida de cerrar el espacio aéreo no afectará a estos vuelos "al menos de forma inmediata".

Actualmente salen de España cuatro vuelos semanales con veinte inmigrantes ilegales en cada avión, acompañados por otros tantos agentes policiales españoles (a veces son dos agentes por inmigrante).

Los vuelos salen desde Gran Canaria - en ocasiones desde Madrid, pero pasando siempre por Gran Canaria - y aterrizan en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, desde donde los inmigrantes deportados son libres de continuar su camino hacia sus lugares de residencia.

Marruecos decretó desde la medianoche de ayer martes la suspensión de vuelos con Francia y España, los dos países con más rutas abiertas con el país magrebí, y el anuncio se hizo en la tarde del lunes para dar tiempo a los que se encontrasen varados en uno u otro país a que abordasen uno de los últimos vuelos.

La medida afecta a todas las compañías presentes en estas rutas -Royal Air Maroc, principalmente, además de RyanAir, Air Arabia e Iberia, en el caso de España-, y se desconoce hasta cuándo estará vigente, pues las autoridades aclararon que será "hasta nueva orden".

Los vuelos de deportación -que Marruecos y España llaman "de repatriación"- son operados exclusivamente por Royal Air Maroc, y hasta ahora no eran solamente de deportación, ya que se utilizaban rutas de aviación civil existentes entre Gran Canaria y El Aaiún y abiertas al público.

Las fuentes dieron a entender que con la suspensión los aviones serán abordados solo por los inmigrantes marroquíes deportados por España más los agentes españoles que los acompañen.

En el último informe "La migración en Canarias" del Defensor del Pueblo, su titular, Francisco Fernández Marugán, detalló que 11.998 de los 23.023 inmigrantes que llegaron en 2020 a las islas (el 52 %) eran de nacionalidad marroquí.

Los vuelos de repatriación periódicos, que comenzaron en diciembre, han transportado en caso óptimo a 1.300 personas, lo que supone poco más de la décima parte de los marroquíes llegados ilegalmente a Canarias, en el peor año de crisis migratoria en una década.