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Guerra abierta entre PSOE y CC en Madrid

Malestar en el Gobierno por la estrategia de confrontación de Clavijo y Oramas | El líder nacionalista trata de ganar visibilidad desde el Senado como candidato, más en oposición a Sánchez que a Torres

El presidente Pedro Sánchez y la vicepresidanta Carmen Calvo, en el Congreso de los Diputados, ante Ana Oramas (CC). | | EFE

PSOE y CC viven sus peores relaciones en muchos años en el ámbito estatal. El recrudecimiento del debate sobre la crisis migratoria en Canarias, los reproches a la gestión del Ejecutivo central en esta materia, y la tibieza con la que los nacionalistas consideran que desde el Estado se está respondiendo a la crisis económica y social del Archipiélago han provocado un considerable aumento de la temperatura en la refriega política en Madrid entre ambas formaciones. En el contexto del inicio de una nueva etapa tras la remodelación del gabinete de Pedro Sánchez; la lucha por superar de una vez la pandemia sanitaria y desarrollar el plan de vacunas; y la puesta en marcha de las medidas para abordar la reconstrucción económica y la ejecución de las ayudas europeas, socialistas y nacionalistas canarios parecen haberse declarado una guerra abierta que imposibilita cualquier escenario de colaboración o complicidad en cualquiera de los puntos que componen la agenda canaria en el Estado.

Este repunte de las hostilidades entre ambas formaciones se está expresando de forma muy clara en los debates que se están produciendo, en el Congreso y especialmente en el Senado, sobre la crisis migratoria en las Islas, en los que CC está siendo especialmente incisiva y crítica con el Ejecutivo, mientras que desde el PSOE se considera que los nacionalistas están haciendo un uso partidista de esta cuestión y que están lanzando mensajes rayanos con la extrema derecha. Los socialistas lo han expresado en el seno de la ponencia sobre el fenómeno migratorio que está abierta en la Cámara Alta, pero también los ministros que comparecen o responden a preguntas sobre esta cuestión, como hizo recientemente el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, o los portavoces del PSOE que intervienen en esos debates.

El destinatario de esos reproches a CC por parte del Gobierno central y del PSOE es fundamentalmente el senador autonómico nacionalista Fernando Clavijo, al que consideran que está utilizando el drama de los migrantes para tratar de ejercer desde Madrid como ‘jefe de la oposición’ de Canarias, y al que acusan de haber perdido su “patina institucional” de expresidente de Canarias y de abordar el problema de la inmigración de manera partidista. Aseguran además que “sus discursos siempre siembran odio y lo hacen buscando a un culpable, pintando un escenario apocalíptico y demonizando a sus contrincantes”, según expresó hace unos días la portavoz socialista en esta materia, Estefanía Martín Palop, en un debate en el Senado.

El líder de CC es consciente de que la legislatura estatal entró en una senda de inestabilidad

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La censura en este sentido también ha venido del propio Pedro Sánchez, que, sorprendido por la dura y áspera intervención de la diputada nacionalista Ana Oramas durante la última comparecencia en el Congreso, le replicó con unas palabras y un tono que expresaban un claro malestar. “No hace justicia a la acción del Gobierno y no se hace justicia a sí misma. No la reconozco en las cosas que dice y cómo las dice. Como partido de Gobierno que son (en referencia CC) espero de ustedes reflexiones un poco más solidas y alejadas de los exabruptos y de las descalificaciones que no le hacen a usted ningún favor”, afirmó Sánchez desde la tribuna en una línea argumental contra CC que los socialistas vienen repitiendo desde entonces.

Las relaciones entre el Gobierno central y socialistas con la formación canaria han ido virando desde el inicio de la legislatura, en parte por la evolución de la situación política nacional respecto a la pandemia, la situación económica y la crisis migratoria, pero también por el cambio de estrategia de los nacionalistas para asumir un papel de oposición sin reservas tanto en Canarias frente al Ejecutivo de Ángel Víctor Torres, como en Madrid. Esa nueva estrategia se inició en diciembre tras el Congreso de XX y la elección de Clavijo como secretario general, y se ha intensificado desde entonces. Si hasta entonces Oramas y Clavijo jugaban cada uno de ellos papeles distintos en las relaciones con el Ejecutivo, la diputada claramente a la contra y muy ácida en sus críticas, y el senador desarrollando un rol más moderado y colaborativo, la clásica combinación de ‘poli malo-poli bueno’, la situación ahora es de batalla en todos los frentes y desde todos los ámbitos. Lejos queda, por ejemplo, los tiempos en que Clavijo mantenía negociaciones con destacados miembros de Consejo de Ministros, como José Luis Ábalos o Yolanda Díaz, hoy vicepresidenta segunda, para recoger en las leyes y decretos que iban aprobándose las especificidades canarias, por ejemplo en la regulación de los ERTE.

De más a menos

Más allá del hecho de que los socialistas lideren y presidan el actual Gobierno de Canarias, y de que CC esté en la oposición por primera vez desde su existencia, ambas formaciones habían tratado de mantener hasta hace poco un hilo de comunicación abierto y un espíritu de colaboración en las grandes políticas de Estado u otras materias con posiciones coincidentes. Fue así en los primeros meses de la legislatura estatal incluso pese al ‘no’ insumiso de Oramas a la investidura de Sánchez. Durante los primeros meses de la pandemia CC apoyó todos los decretos e iniciativas del Gobierno, e incluso se mantenía una actitud moderada en las Islas, donde se llegó a renunciar a presentar una enmienda de totalidad a los presupuestos regionales, aunque luego se votará contra ellos, y se apoyó inicialmente el Plan de Reconstrucción.

Pero la relación ha ido de más a menos. La evolución en los últimos meses de la emergencia migratoria; la falta de respuesta hacia la crisis económica de las Islas, sin un verdadero rescate del sector turístico, según CC; la aprobación en diciembre de en unos Presupuestos del Estado para 2021 que condenaban a Canarias “al paro, el hambre y la pobreza”, según la interpretación nacionalista, han obligado a la formación y al propio Clavijo a virar en su estrategia y a endurecer todo lo posible las críticas a Sánchez y todo su gabinete hasta alcanzar hoy el punto de máxima tensión en sus relaciones. Desde la formación nacionalista se considera de hecho que el intento del Ejecutivo de “montar un ‘tour’ de ministros” por las Islas, con la visita de varios de ellos en abril, es un reconocimiento de que tienen a Canarias “abandonada a su suerte” y que quieren cambiar la imagen al respecto.

Tras la clásica de ‘poli malo-poli bueno’, la situación ahora es de batalla en todos los frentes

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También cuenta en esta actuación que marca las peores relaciones entre el PSOE y CC en Madrid el hecho de que el líder nacionalista está jugando desde su escaño en el Senado como ‘volante político’ con un pie puesto en la política nacional y otro en la regional, en ambos casos con la intención de consolidar su espacio como futuro candidato a la Presidencia en Canarias. El supuesto papel de ‘jefe de la oposición’ en las Islas que podría estar jugando Clavijo, tal como le otorga el PSOE, se refiere más al ámbito estatal que el canario, más contra al Gobierno de Sánchez que contra el de Torres. En todo caso, el líder de CC es consciente de que la legislatura estatal ha entrado en una senda de inestabilidad como consecuencia de los últimos acontecimientos políticos (remodelación del Gobierno, situación en Cataluña, elecciones en Madrid...) que podrían arrastrar a una convocatoria electoral prematura... quizá también en Canarias.

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