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Crisis migratoria | Tensión en los campamentos del Estado

Una ‘batalla campal’ en Las Raíces se salda con varios heridos y detenidos

Marroquíes y subsaharianos se atacaron con piedras y palos, lo que obligó a agentes de la UIP a dispararan pelotas de goma para frenar la trifulca

Nuevos enfrentamientos en un campamento de inmigrantes de Tenerife

Nuevos enfrentamientos en un campamento de inmigrantes de Tenerife

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Nuevos enfrentamientos en un campamento de inmigrantes de Tenerife Pedro Fumero

La tensión y la frustración entre algunos de los migrantes acogidos en el campamento de Las Raíces, en La Laguna, provocó en la mañana de ayer una nueva reyerta en la que un grupo de magrebíes y otro de subsaharianos se enfrentaron con todo lo que tenían a mano, desde palos y piedras hasta platos o botellas, entre otras cosas. La riña tumultuaria se inició en el exterior del centro, después hubo lanzamiento de objetos entre el interior y el exterior, para después continuar dentro del antiguo acuartelamiento militar. La gravedad del suceso requirió la intervención de integrantes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional una vez más, que actuó a requerimiento de los vigilantes de seguridad. Para frenar la batalla campal, los antidisturbios llegaron a usar escopetas para el lanzamiento de pelotas de goma, a la vez que intervinieron con escudos, cascos, chalecos y otros elementos de protección. Hubo nueve detenidos y una cifra indeterminada de heridos. Algunos lesionados fueron trasladados por voluntarios a centros sanitarios, mientras que a otros los atendieron y evacuaron trabajadores de ambulancias del Servicio de Urgencias Canario.

Varios de los afectados sufrieron heridas sangrantes en varias partes del cuerpo; pero en la mayoría de los casos hubo contusiones y traumatismos en brazos, piernas, dorso o espalda. Un afectado tenía síntomas de haber sufrido la fractura de una costilla, según explicó una testigo.

Algunos magrebíes que salían del campamento mostraban numerosas fotos en las que eran visibles los golpes recibidos. Estos aclaraban que esas lesiones no las causó la Policía Nacional, sino otros migrantes de origen subsahariano. Este tipo de hechos demuestra el serio problema que se registra entre ambos grupos étnicos, en función de sus diferentes culturas y falta de comunicación, ya que no todos hablan francés, árabe o wolof, por ejemplo.

Diferentes vídeos muestran la violencia alcanzada durante el enfrentamiento, tanto antes como después de la llegada de los agentes. En las imágenes pueden verse cómo los usuarios se lanzan piedras, cómo dicha práctica se mantuvo cuando los policías entraron en el campamento para reprimir el altercado o los abundantes restos de sangre existentes en la escalera de acceso a la Enfermería del campamento.

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Enfrentamientos en el centro de Las Raíces Carsten W. Lauritssen

El episodio violento de la mañana de ayer no ha sido el único que se produjo en las últimas horas. De hecho, durante la noche del lunes, la X Unidad de Intervención Policial (UIP) también tuvo que entrar en el espacio de acogida. En esa ocasión el enfrentamiento entre un menor marroquí y otro adolescente subsahariano motivó una trifulcas en la que, de forma progresiva, se involucraron numerosos migrantes de amblos grupos étnicos.

Y 40 minutos después de que abandonaran el recinto los últimos furgones policiales por la batalla campal de ayer, varias dotaciones de la UIP y radiopatrullas de Seguridad Ciudadana entraron de nuevo en el centro para sofocar otro altercado que ocurrió en la parte más alejada de la entrada.

La riña tumultuaria de la mañana de ayer ha sido una de las más violentas detectadas hasta ahora en Las Raíces, precisamente el mismo día en el que se cumplían los dos meses desde su apertura como campamento de acogida. De esa manera, cerca de 2.000 magrebíes y subsaharianos han pasado en estas ocho semanas de estar alojados en hoteles a pernoctar en carpas sin calefacción y en un recinto donde se cuestiona la cantidad y la calidad de la comida, falta suficiente agua caliente para ducharse o actividades formativas y de entretenimiento con las que aprovechar el tiempo.

El hacinamiento, el frío y la escasa comida provoca contínuos altercados

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El brutal enfrentamiento ocurrió cuando un grupo de marroquíes estaba reunido con personal de la ong que gestiona el recurso, Accem, para buscar posibles soluciones a los problemas reiterados en las dependencias. Desde el punto de vista de estos magrebíes, una de las claves para evitar conflictos pasa por separarlos de los subsaharianos a la hora de comer, mediante la habilitación de lugares diferentes para cada colectivo o con el establecimiento de turnos horarios distintos. “Hay demasiada gente; casi 2.000 personas, con diferentes culturas”, aclara uno de los norteafricanos. Este grupo marroquí acusa a algunos naturales de países subsaharianos de no respetar las colas para comer, las reglas o a los policías nacionales cuando intervienen en el recinto. El citado encuentro entre magrebíes y personal de Accem se desarrolló como condición para suspender la huelga de hambre iniciada la pasada semana. El grave altercado obligó a interrumpir de forma brusca la reunión.

Durante la riña tumultuaria, algunos exaltados rompieron cristales del edificio en el que tenía lugar el citado encuentro. También hubo destrozos en vehículos de varios de los monitores que estaban aparcados cerca del edificio principal y varios individuos llegaron a provocar un par de fuegos en las cercanías de las carpas en las que duermen sus compañeros.

Uno de los voluntarios que presta asistencia sanitaria en el exterior del campamento indicó que a los migrantes se les ofrecen apenas 25 citas en horario de mañana y otras tantas por la tarde para atender sus enfermedades o dolencias, para una población que se aproxima a las 2.000 personas. Y los fines de semana solo se realiza la prestación hasta mediodía.

Cruce de acusaciones: de la seguridad a la misogina


De la crisis migratoria a la misogia hay, al parecer, un paso, y se dio ayer en el Parlamento de Canarias cuando el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, trató de negar que en el Archipiélago haya “problemas de seguridad” que se deba imputar a los migrantes que han llegado en patera o cayuco desde el continente africano, tal y como asegura trata de alentar el PP. Pérez respondía así en una comparecencia solicitada por la diputada popular Astrid Pérez, quien hizo hincapié en que las dos mayores crisis migratorias que ha sufrido Canarias han sido bajo un gobierno socialista. La diputada lamenta que, frente a esta “evidencia”, el Gobierno canario y los grupos que le apoyan se limiten a culpar de forma “única y exclusiva” a Europa y los conflictos geopolíticos del norte de África. Astrid Pérez indicó que en el año 2018, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, Canarias recibió 1.307 personas migrantes, mientras que el año pasado llegaron a las islas 23.023 personas, según la diputada, por la “ineficaz” e “incompetente” política migratoria del Gobierno de Pedro Sánchez.

En su intervención, Julio Pérez criticó en su respuesta la “extraordinaria ignorancia” de la popular, a quien acusó de haber cometido dos “grandes equivocaciones” en su exposición, como pensar que el signo político de un gobierno determinado produce un aumento o una disminución de la inmigración, o que en las crisis migratorias anteriores estuviera gobernando el PSOE. Una “simplificación” de la situación que revela, dijo el consejero, también una “tremenda ignorancia” de la diputada. Calificativos ante el que la popular respondió con acusaciones de “misóginia”.

“Con todos mis respetos, es usted un misógino”, afirmó Astrid Pérez, quien indicó que lleva dos años viendo cómo el consejero se dirige en el Parlamento a “todas las mujeres” que están en los grupos de la oposición llamándolas “de manera continuada y sistemáticamente ignorantes y que no estudian”. “Es usted un impertinente. Es usted un misógino”, reiteró la diputada, quien aseguró que eso no se lo ha oído decir nunca al consejero a ningún hombre: “Mira que hay hombres que dicen disparates en este Parlamento, usted el primero, y no he visto a nadie que le haya faltado el respeto ni que le haya dicho ignorante cuando usted dice muchas ignorancias”. | EP

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