Algunos de los 24 jóvenes africanos que el Ejército del Aire encontró muertos a bordo de un cayuco a 500 kilómetros de El Hierro el 26 de abril perecieron solo un día antes de que llegara la ayuda que permitió salvar la vida a los tres últimos ocupantes de su barquilla, a lo sumo dos.

El Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz completó el pasado viernes la autopsia de los 24 cadáveres que remolcó durante casi 36 horas hasta el muelle de Los Cristianos (Tenerife) la embarcación de Salvamento Marítimo Guardamar Talía, en la segunda mayor tragedia ocurrida en tres décadas de llegadas de pateras a Canarias.

Fuentes de ese organismo, adscrito a la Administración de Justicia, han confirmado a Efe que las autopsias han revelado que esas 24 personas murieron en un lapso temporal comprendido entre 9/10 y 3/4 días antes de que entraran en las cámaras que los conservaron a partir de su llegada al puerto de Los Cristianos.

Si se tiene en cuenta que eso ocurrió la noche del 28 al 29 de abril, eso sugiere que los últimos fallecidos de ese grupo de 24 personas -todos hombres- perdieron la vida el domingo 26 o el sábado 25, sin perder de vista el margen de error que introduce la situación en la que estaban expuestos al sol y al efecto del mar.

Es decir, es probable que los últimos en morir a bordo de ese cayuco expiraran apenas un día antes de que un avión del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) avistara su embarcación en un golpe de suerte, porque en ese momento su tripulación no estaba inmersa en ninguna búsqueda de pateras, sino en un entrenamiento rutinario.

Los 24 cuerpos presentaban, todos, una acusada delgadez y signos de haber padecido deshidratación, entre otras penurias habituales en los inmigrantes que se quedan perdidos, a la deriva y sin agua ni víveres durante muchos días en el Atlántico, como les pasó ellos.

Los tres supervivientes del cayuco dijeron a la tripulación del helicóptero del SAR que los rescató que habían partido el 4 de abril, lo que supone que ese cayuco lleva ya tres semanas en el mar.

La ONG Caminando Fronteras ha remitido a la Guardia Civil el testimonio de un hombre que ha reconocido a su esposa entre los tres supervivientes de ese cayuco (dos hombres y una mujer).

Esa persona y familiares de otros jóvenes africanos que partieron en el mismo cayuco que esa mujer aseguran que salieron el 5 abril desde Mauritania y que, ese día, partieron juntas 57 personas.

Esa cifra sugiere que, además de los 24 cadáveres recuperados, en esa travesía pudieron morir otras 32 personas.