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Premio Canarias de Investigación e Innovación
Dolores Corbella Catedrática de Filología Románica de la Universidad de La Laguna

Dolores Corbella: «Canarias es pionera a la hora de innovar modelos de diccionarios»

Dolores Corbella

Estudia las palabras con lupa, con la misma paciencia con la que un científico busca la fórmula salvadora de una vacuna. «Lo normal es que este tipo de premios los ganen profesionales de batas blancas, pero mi laboratorio es la biblioteca», comenta Dolores Corbella (1959, Santa Cruz de Tenerife) , aspirante en dos ocasiones a un sillón de la RAE y reconocida este año con el Premio Canarias de Investigación e Innovación.

¿Qué sensaciones le genera ser el Premio Canarias de Investigación e Innovación 2021?

Un sentimiento de alegría. Sobre todo, porque no es nada sencillo que el área de Humanidades termine ganando un premio que casi siempre suelen conceder a profesionales de bata blanca. De alguna manera se reconoce que nosotros también investigamos. Esta fue la primera vez que la Universidad de La Laguna avaló mi candidatura y agradezco su confianza.

¿Lo de la bata blanca va con segundas?

No, es la realidad... Desde que entré en la universidad –hace casi cuatro décadas– una parte generosa de mi tiempo de trabajo se lo he dedicado a la investigación. No solo en mi caso, sino en el de mis compañeros filólogos, geógrafos o historiadores existe una parte de nuestras agendas laborales que es investigación dura y pura. En estos laboratorios no hay esos elementos tan difíciles de nombrar (ríe), pero sí que tenemos otros materiales. Mi laboratorio, por ejemplo, son las bibliotecas y los archivos de consultas.

Además, a muchos les costará asociar el estudio del léxico con la innovación. ¿no?

Los lexicógrafos llevamos mucho tiempo trabajando con nuevas tecnologías y le aseguro que los diccionarios del futuro no van a tener nada que ver con los actuales... Serán digitales y al igual que sucede con esas modernas guías de viajes, si nos vamos a Cuba van a reconocer las palabras específicas del español-cubano. Estamos acostumbrados a utilizar un diccionario por orden alfabético, pero en breve le adelanto que tendremos que preguntar por significados y ellos nos responderán con palabras. Canarias ha sido pionera a la hora de innovar nuevos modelos de diccionarios que ya se están replicando en otras zonas del español.

¿Vamos, que nos tenemos que ir haciendo a la idea de que esos grandes tomos que ‘duermen’ en las estanterías a la espera de ser consultados serán sustituidos en breve por un disco duro?

Esas consultas se están realizado y de hecho nuestro Diccionario Histórico ya está adaptado a la red... Lo único que debemos hacer con vistas a futuras actualizaciones es avanzar en los procesos de búsquedas. La idea es que un diccionario sea un diccionario de diccionarios...

...¿a qué se refiere con lo de diccionario de diccionarios?

Que si por ejemplo yo quiero conocer cuál es la terminología de la lucha canaria pueda recuperar en una sola consulta todos los términos asociados a la búsqueda que estoy realizando. Lo mismo tiene que pasar en el momento en el que queramos reconocer cuáles son los árboles que conforman un bosque de laurisilva... Estamos trabajando en un modelo que será diferente, pero igual de efectivo.

¿Un modelo intuitivo y fácil de reconocer por unas nuevas generaciones que ‘presumen’ de tener unas altas competencias digitales?

Los profesionales que trabajan en la elaboración de diccionarios no escatiman esfuerzos a la hora de ser concisos, pero en estos momentos no queda más remedio que satisfacer los deseos de los que hacen una consulta rápida a través del móvil y, a su vez, encauzar a los investigadores que requieren una información más amplia para resolver sus dudas. Debemos partir de la sencillez y profundizar en el conocimiento de un término, es decir, crear un sistema que nos permita avanzar y retroceder en base a lo que necesitamos encontrar. Un ordenador no tiene las limitaciones de páginas de un diccionario tradicional y debe convertirse en nuestro mejor aliado a la hora de llevar a cabo una búsqueda: lo importante es que lo que está aparezca bien hecho y bien clasificado.

A estas alturas de la entrevista lo que menos le debe importar a Dolores Corbella es que una consulta se haga en papel o de manera telemática, me explico, que en caso de duda lo primero que hay que hacer siempre es consultar un buen diccionario y evitar seguir adelante como si no hubiera pasado nada...

Siempre hay que abrir el radio de acción a la consulta... El escenario ideal es que todo esté en internet y en ese paquete incluyo a nuestros clásicos. Cuando hablo de clásicos me refiero a los autores canarios que deben ser conocidos por la ciudadanía. El sentimiento de insularidad que los isleños llevamos dentro lo podemos ‘aliviar’ a través de la ventana al mundo que nos abre internet. Ese es el mejor escaparate a la hora de transmitir nuestra enorme riqueza patrimonial... Ahí tenemos una herramienta rápida y sencilla para superar el aislamiento que domina el hecho de ser canario.

"Los canarios no hablamos mal pero hay que invertir más en investigación, educación y cultura»

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Teniendo en cuenta la cercanía del año galdosiano es inevitable preguntarle por un referente que, aunque no destila la pureza del léxico canario, nos posiciona en un imaginario literario insular.

Siempre se ha hablado de la anticanariedad de Galdós y lo que se da en él es todo lo contrario. El profesor Cristóbal Corrales y yo acabamos de sacar una publicación sobre la canariedad encubierta de Pérez Galdós.emos analizado todas sus novelas y Episodios Nacionales para buscar esos canarismos escondidos y ya le digo que existen algunos que son interesantísimos que él usó sin darse cuenta.ay voces canarias que deja a modo de huella para no desligarse de sus raíces insulares, palabras como gaveta (a veces los utiliza en lugar del término cajón) o la expresión «llevar a la pela». En su obra podemos encontrar muchos guiños, como «alongarse», que dan forma a esa canariedad encubierta que él tiene.

Canarias, por su emplazamiento tricontinental, es un magnífico laboratorio cultural, sobre todo, cuando miramos a América del Sur. ¿Eso no significa que debamos olvidar las influencias africanas?

Yo he tenido la gran suerte de trabajar en los dos campos: en el grupo de investigación que tradujo los primeros textos relacionados con la expansión Atlántica y en otro que escrutó la influencia canario-americana en el léxico. A pesar de que estamos más lejos, los canarios siempre hemos mirado hacia América y hemos dejado de lado a África, que es una influencia que se puede apreciar en el léxico del siglo XVI. Geográficamente somos africanos y eso es algo que no podemos obviar.

¿Cómo reacciona, le hierve la sangre cuando escucha que los canarios hablamos mal?

Ja, ja, ja... Eso es un tópico. Algo que va en la misma línea de los que dicen que estamos aplatanados. No creo que esta comunidad sea el mejor ejemplo para hablar de aplatanamiento. Todo lo contrario, yo trabajo más de diez horas diarias y le aseguro que no soy una excepción. En las Islas hay un montón de personas, las que tienen la fortuna de contar con un puesto de trabajo, que hacen lo mismo... Ese es un complejo que nos tenemos que quitar de encima porque no es real. Los canarios no hablamos mal, pero hay que invertir más dinero y tiempo en educación, investigación y cultura.

¿No hay motivos por los que preocuparnos, pues, de esos comentarios ‘malintencionados’?

No, podemos estar tranquilos/as. En el Atlas Lingüístico y Etnográfico del Español de Canarias de Manuel Alvar, publicado entre 1975 y 1978, hay una anécdota muy curiosa con una vecina del municipio de El Paso (La Palma) a la que entrevistó. Él le preguntó qué hablaba y la respuesta de la mujer fue definitiva. «Yo hablo español porque el castellano no lo sé pronunciar». Eso es una verdad que nadie puede negar: nosotros hablamos un español adaptado a nuestra modalidad canaria, que está llena de una riqueza de rasgos lingüísticos.

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