La Fiscalía Anticorrupción solicita ocho años de cárcel y 240 millones de euros de multa para el empresario ruso nacionalizado español Vladimir Kokorev, al que acusa de haber blanqueado ganancias millonarias presuntamente obtenidas de vender a Guinea Ecuatorial material militar a precios que incluían "notorios sobrecostes".

En su escrito, el Ministerio Público describe a Vladimir Kokorev como el "jefe de una organización criminal transnacional" dedicada al "comercio corrupto de material militar de defensa y doble uso".

Anticorrupción sostiene que los Kokorev -la acusación también imputa en los hechos a su esposa, Yulia Maleeva, y a su hijo, Igor Kokorev- consiguieron generar "una riqueza ilícita millonaria de, al menos, 120 millones de euros, en el período comprendido entre los años 1999 y 2014", suministrando armas al Gobierno de Teodoro Obiang.

Anticorrupción sostiene que los Kokorev consiguieron generar una riqueza ilícita millonaria de, al menos, 120 millones de euros

En concreto, precisa, esa riqueza "ilícita" se amasó con los negocios que los Kokorev lograron hacer durante el proceso seguido por la República de Guinea Ecuatorial para dotarse de una Armada.

"Esa actividad, jamás declarada y siempre ocultada", dice la Fiscalía, fue realizada a través de dos empresas panameñas (Kalunga Company SA e Intracoastal Trading) y otra de las Islas Scheychelles (SJ Marine Company Ltd.)", que dieron "cobertura" a los "múltiples contratos" celebrados por Vladimir Kokorev.

"Todos realizados con notorio sobrecoste y sobrefacturación imputados al Tesoro Público de Malabo, de venta de armamento militar, de guerra y de infraestructuras navales, vendidos en connivencia con funcionarios y altos dignatarios militares al Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial", continúa.

Delito de blanqueo

En el auto del pasado 18 de mayo por el que dio por cerrada la instrucción, el Juzgado número 5 de Las Palmas de Gran Canaria recordó que los Kokorev solo pueden ser juzgados en relación con estos hechos por un delito de blanqueo de capitales procedente de una malversación de fondos públicos, debido a las condiciones con las que Panamá aceptó extraditarlos a España en el año 2015.

Y esa es la acusación que Anticorrupción dirige contra ellos: un delito de blanqueo de dinero por el que exige que se imponga a la familia una multa que suma 540 millones de euros (240 millones a Vladimir, 150 millones a Yulia y 150 millones a Igor). En cuanto a las penas de prisión, demanda ocho años de cárcel para Vladimir Kokorev y cinco años tanto para su esposa como para su hijo.

Los Kokorev solo pueden ser juzgados por un delito de blanqueo de capitales procedente de una malversación de fondos públicos, debido a las condiciones con las que Panamá aceptó extraditarlos a España

Anticorrupción también formula los mismos cargos contra un letrado de Gran Canaria que supuestamente colaboró en el blanqueo, Juan José Arencibia, y dos hermanas de este, para los que pide penas de cinco años de cárcel y multas de 100, 10 y 7 millones de euros.

En su último auto sobre el caso, la juez instructora cifró en 450 millones de euros los ingresos que los Kokorev habrían obtenido vendiendo a Guinea Ecuatorial "buques, helicópteros de combate, vehículos blindados, corbetas militares, patrulleras, fragatas, aviones de caza, bombarderos y armamento militar de doble uso".

La instructora sostiene además que los Kokorev y sus colaboradores ganaron 100 millones de euros "inflando los costes" de ese material, con la colaboración de dos asesores y tres parientes del presidente Obiang con cargo en las Fuerzas Armadas o el Gobierno guineano (un yerno, un primo y un sobrino), de los que asegura que recibieron comisiones por parte de los procesados.

Versión de la familia

El empresario Vladimir Kokorev niega que ni él, ni su esposa Yulia Maleeva, ni su hijo Igor Kokorev hayan sobornado o pagado comisiones a parientes y asesores del presidente de Guinea Ecuatorial para facilitar la venta de armas a ese país.

La familia sostiene que las relaciones comerciales con Guinea Ecuatorial las entabló Vladimir Kokorev, sin participación de su esposa ni de su hijo; no fueron ilícitas y consistieron en el suministro de "barcos de transporte de mercancías y personas, así como helicópteros, lanchas patrulleras y otros bienes".