Nueva llamada de atención del gobierno de Marruecos a España: la tensión diplomática se mantiene y la resolución que aprobó el jueves el Parlamento Europeo contra el «uso de menores» para presionar a un Estado «es contraproducente y perjudicial para cualquier salida a la crisis».
El ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, volvió ayer a desvincular a la Unión Europea de la crisis y a acusar a España de «instrumentalizar» a las instituciones de la UE.
En unas declaraciones tras reunirse con su homóloga libia Najla al Mangoush, Burita afirmó sentirse «satisfecho» de la relación global de Marruecos con la Unión Europea. Por lo tanto, la resolución en la Eurocámara –aprobada con 397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones–, no altera el fondo del problema con España, «que tuvo como génesis su actitud y acciones hostiles a una causa sagrada para Marruecos y los marroquíes», subrayó en referencia a la reclamación de Rabat de su soberanía sobre el Sáhara Occidental.
Recordó que la crisis «sigue siendo con España, mientras no se resuelvan las razones que la provocaron», en referencia a la acogida en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario, Ibrahim Ghali, aquejado de covid-19.
No obstante, el ministro marroquí criticó la resolución aprobada en el Parlamento Europeo que para él «no es acorde» con los logros de Marruecos en la lucha contra la emigración clandestina que fueron aplaudidos por instituciones internacionales, «incluidas las europeas».
Horas antes, el ministerio de Exteriores había publicado un comunicado en el que recuerda que Marruecos abortó desde 2017 más de 14.000 intentos de migración irregular, desmanteló 5.000 redes de tráfico de personas y rescató a más de 80.500 emigrantes a la deriva en el mar, además de evitar numerosos intentos de asalto a las vallas de Ceuta y Melilla.
Por otro lado, Burita se extraña por el interés que ha mostrado el Parlamento Europeo por una convención de Naciones Unidas sobre los derechos de los niños. «¿Quién ha dado al Parlamento Europeo el mandato para supervisar las resoluciones de la ONU? ¿Desde cuándo la Eurocámara se ha convertido en un guardián de la aplicación de una convención de la ONU?», se preguntó.
Cuestiona también Burita cómo es posible el mismo parlamento no se interesara por las observaciones del Comité de UNICEF sobre los derechos de los niños cuando en su informe de 2018 condenó la discriminación de España hacia los niños y menores emigrantes en los centros de acogida del país.
El comunicado de Exteriores recuerda además que Marruecos no necesita ningún aval en su gestión de la migración, y no aceptará tener con Europa «la postura de profesor y alumno».
