Canarias comenzó el año con 2.244.423 habitantes, 7.501 más que el 1 de enero de 2020, gracias a la aportación de nuevos residentes llegados desde el extranjero, que compensaron las pérdidas de población derivadas del salto vegetativo de las islas, que presentan más defunciones que nacimientos, y del intercambio de ciudadanos con otras comunidades autónomas. Los datos el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el año pasado fallecieron en Canarias 3.274 personas más de las que nacieron y los que se mudaron a otras regiones de España superaron en 435 a los que llegaron al Archipiélago desde la Península o Baleares.

Por esas dos vías, Canarias perdió 3.709 habitantes, cantidad que resultó compensada por el saldo migratorio exterior: las personas que se establecieron en las islas llegadas desde otros países superaron en 11.250 a las que emigraron fuera desde el Archipiélago. Los países que más inmigrantes aportaron el año al censo de Canarias fueron básicamente europeos y americanos: en 2020 se mudaron a vivir en las islas 2.079 británicos, 1.517 italianos, 1.106 españoles que regresaban desde el exterior, 896 alemanes, 719 colombianos, 517 venezolanos y 434 marroquíes.

Cinco comunidades autónomas y Ceuta y Melilla registraron un descenso de población en 2020, a pesar de que la inmigración extranjera volvió a aumentar en todo el país y contribuyó a compensar el incremento de la mortalidad y el descenso de la natalidad registrados el pasado año por la pandemia.

Según datos provisionales aportados por el INE, la población descendió el año pasado en el tercio noroeste, salvo Cantabria y La Rioja, más en Castilla y León (0,58 %), Asturias (0,58 %), Extremadura (0,37 %), Galicia (0,21) y País Vasco (0,16 %), además de en la ciudades autónomas de Ceuta (0,69 %) y Melilla (0,54 %).

Por el contrario, aumentó sobre todo en ambos archipiélagos, un 0,72 % en Baleares y un 0,33 % en Canarias; y en comunidades mediterráneas, un 0,55 % en Murcia y un 0,33 en la Comunidad Valenciana.