Juan Alberto Cano Trujillo (Adeje, Tenerife, 1969), ‘Nono’ dentro del mundillo de la industria audiovisual canaria, es productor de Sur Film, firma que ya ha sufrido las consecuencias de la inseguridad jurídica creada por el Gobierno.
Hay quien dice que el valor añadido del incentivo fiscal al cine no es tanto.
Vivimos del turismo. Hace solo unas semanas estaban todos los políticos en Fitur. El último tráiler de Eternals, la película con Angelina Jolie que rodamos en 2019, tuvo en un solo día 70 millones de visualizaciones. El Cabildo de Fuerteventura o el Gobierno de Canarias no tendrían dinero suficiente para poder pagar una promoción así. El valor debe comprenderse en otra dimensión. Miremos si no el caso de Andalucía con Juego de Tronos, que antes era una cosa y ahora es otra.
El sector audiovisual ha conseguido abrirse hueco en el monocultivo del turismo e incluso le ha servido de apoyo en la crisis.
Hemos conseguido algo brutal. Las primeras películas iban a las islas capitalinas, y eso se ha acabado. Para nuestra última producción hemos grabado en tres islas: Fuerteventura Lanzarote y Tenerife. En The Witcher lo hicimos en Gran Canaria y La Palma. Y el último ejemplo es la serie Hierro, que aunque todo el mundo cree que es una producción nacional, lo cierto es que va por el incentivo internacional. Creo que estamos haciendo un bien.
La demanda de contenidos audiovisuales ha crecido mucho durante la pandemia.
En el último año hemos encerrado a toda la gente en sus casas y se han comido, por así decirlo, todo el contenido que teníamos para los próximos tres o cuatro años, y ahora estamos en un momento de desborde total de trabajo.
¿Cómo les está afectando la pérdida del diferencial fiscal?
Se ha creado una inseguridad jurídica brutal a los productores internacionales. Ya ocurrió en 2018, cuando se incrementaron los porcentajes y el límite en España y tuvimos un problema muy grave, puesto que en Canarias tardaron dos años para regularizar la situación, lo que cogió por medio a un proyecto tan importante como el de Wonder Woman, del estudio Warner. Entonces incluso pusieron que el incentivo, en vez de en 2018, cuando entró en vigor en España, se pasara al 2019, y perjudicaron muchísimo a ese estudio. Ahora la historia se repite. Lo denuncié en mayo de 2020 a la Film Commission y lo puse en conocimiento del Gobierno de Canarias: ¡cuidado que nos puede ocurrir lo mismo!... Y sí, ha ocurrido lo mismo. Hemos traído proyectos tan importantes como Foundation, que es El juego de tronos, por así decirlo, de Apple, su producto estrella, y resulta que hacen el gasto aquí, que ruedan aquí, que los productores incluso se han reunido con el Gobierno de Canarias, y ahora sale todo esto mal y tarde, en el último momento. Así que imagínese la inseguridad y los nervios.
¿Han perdido proyectos?
Dos de los proyectos que tenía Sur Film para 2021 han decidido irse, tendremos que rodarlos en la Península y no en Canarias por esto que le digo de la inseguridad jurídica.
