La recaudación tributaria total acumulada en Canarias durante los primeros siete meses de este año se situó en los 1.244,5 millones de euros, una cifra que replica la obtenida el mismo período del año anterior, cuando se recaudaron 1.240,5 millones, lo que supone un incremento del 0,32%. De esa cantidad y por lo que respecta a los ingresos del denominado Bloque de Financiación Canario, estos se situaron en los 813,9 millones, por los 860,9 millones obtenidos el año anterior; en este caso la caída es del 5,49%.

En cuanto a los tributos cedidos y propios de la comunidad autónoma destaca el mejor comportamiento del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y del Impuesto sobre Combustibles derivados del petróleo que crecen respecto a la recaudación del año 2020. El vicepresidente canario y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, explicó que la ralentización de la actividad económica producto de la crisis generada por la covid-19 tiene su reflejo en los ingresos tributarios de la Comunidad Autónoma, una realidad que, en cualquier caso, el Gobierno de Canarias tuvo en cuenta a la hora de confeccionar los Presupuestos autonómicos de este año.

«Hay que tener en cuenta, además, que la comparación se realiza con el año 2020, en el que hubo dos meses y medio de absoluta normalidad económica, antes de que la pandemia impactara en las estructuras económicas de todos los países», señaló. Rodríguez recordó que, precisamente, los Presupuestos vigentes se confeccionaron con una previsión de caída de los ingresos tributarios en la región a final de este año de 434 millones de euros, una estimación extremadamente prudente a la vista de las incertidumbres que había en aquel momento sobre la evolución de la pandemia.

El IGIC, la figura más importante desde el punto de vista cuantitativo de entre los tributos del REF, ha experimentado durante los primeros siete meses del año un descenso de 70,7 millones de euros, al pasar de los 776,2 millones recaudados en 2020 a los 705,5 millones de este año.