Ayudar a localizar a personas desparecidas en la ruta migratoria desde las costas africanas a Canarias será una de las nuevas tareas de Cruz Roja en el marco de su servicio destinado a hallar a víctimas de crisis humanitarias, socioeconómicas, medioambientales, conflictos bélicos o catástrofes naturales. Algo que la organización humanitaria ha querido destacar en un comunicado difundido este lunes con motivo del Día internacional de las víctimas de desapariciones forzosas.

Cruz Roja expone que en 2020 recuperó el contacto en 350 casos a través de un servicio que localiza e identifica a personas desaparecidas involuntariamente. Todo ello desde el afán por "esclarecer la suerte y el paradero de personas desaparecidas y apoyar a las familias separadas o cuyo contacto se ha visto interrumpido por el drama humanitario", señala. El Servicio del Restablecimiento del Contacto Familiar (RCF) de Cruz Roja se encarga de ayudar a las personas que han quedado separadas de sus familiares o sin noticias de ellos para que puedan ser localizadas y solamente en 2020 se resolvieron 350 casos de desapariciones forzosas.

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El responsable del proyecto, Carlos Chana, explica que desde la ONG trabajan prioritariamente con las personas más vulnerables: población civil en situaciones de conflicto, niños y niñas sin referentes familiares, mujeres, personas mayores y con discapacidad, personas hospitalizadas, migrantes y refugiadas, desaparecidas y población general en casos de emergencia. Además, Cruz Roja ha impulsado también un proyecto piloto, que cuenta con la ayuda del Gobierno, para ayudar a localizar a personas migrantes desparecidas en la ruta migratoria desde las costas africanas a Canarias. "Detrás de cada persona que desaparece hay muchas otras, sobre todo sus familias, que no la olvidan y sufren la angustia de no saber qué ha sido de ella", señala la organización.

Desde el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid también han denunciado este tipo de desapariciones, que atentan contra los derechos "más básicos" de las personas y advierten de que "se ha convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta y que se ha visto agravado por la pandemia".