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Crisis migratoria | Comisión de estudio sobre la inmigración en el Parlamento canario

Aumenta la llegada de menores migrantes con precaria salud física y mental por las duras travesías

Infecciones, quemaduras, deshidratación, trastornos al ver fallecer a sus familiares en las pateras es una realidad que vive Enrique Quintana, directivo de la ONG Quorum Social 77 que atiende a 728 menores

Migrantes llegando al puerto de Arguineguín que fueron rescatados en una patera con dos fallecidos. Quique Curbelo / EFE

El endurecimiento de las travesías en la ruta canaria está provocando un aumento de los menores de edad que llegan a las costas Isleñas con una precaria salud física (infecciones, quemaduras o deshidratación) y mental, con trastornos postraumáticos al estar varios días en el mar y ver fallecer a familiares o amigos, entre otras patologías. Juan Enrique Quintana Ramos, directivo de la ONG Quorum Social 77 que atiende a 728 menores migrantes no acompañados en centros en Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, abrió hoy miércoles la Comisión parlamentaria de estudio de la inmigración en Canarias, y avisó que cada vez llegan más menores y en un estado de salud muy deficiente. A modo de ejemplo, solo a Gran Canaria han arribado 176 menores de todas las edades desde octubre y "no paran de llegar", puntualizó.

Las condiciones del viaje han variado mucho, explicó Quintana en la Cámara regional. Algunas embarcaciones están hasta 14 días en el océano, a lo que se suma que muchas veces, los pequeños esperan para zarpar hasta una semana en la costa de Dajla, y lógicamente se comen los víveres que llevaban para el viaje. "Cuando suben a la patera ya están reventados", expone, y aunque los niños esperan que el viaje tarde un día y medio dos a lo sumo se encuentran con que se alarga y llegan muy deteriorados, relata.

Por ello, subraya la importancia de los profesionales vinculados a este tipo de emergencias y destaca los convenios que, al menos su asociación, tiene con los gabinetes psiquiátricos para atender a los chicos con problemas de salud mental, y no esperar a la cita de la red sanitaria. Además, cuentan con terapias grupales de estos menores que presentan trastornos postraumáticos del viaje o que tienen un alto nivel de autodestrucción, consumo compulsivo de tóxicos o exposición al riesgo por todo lo que llevan a sus espaldas.

Sobre el trabajo diario de la ONG explica que se trabaja en un primer cribado sanitario y donde se aplica el protocolo Covid en un macrocentro, donde los menores están entre 14 días y un mes, y a partir de ahí, se distribuyen en otros centros más pequeños atendiendo a sus perfiles y necesidades sanitarias o de salud mental.

En este contexto, informó a los parlamentarios que en sus centros hay menores que precisan de tratamientos de quimioterapia, sufren amputaciones o tienen diabéticos, problemas de corazón e insuficiencia renal, a lo que se suman problemas de conducta y trastornos adaptativos, de personalidad o postraumático. Son múltiples y diversas patologías a las que hacen frente, y eso que esta asociación solo atiende a 728 de los 2.680 menores que asiste el Gobierno canario con otras ONG y con los cabildos. "Muchos han visto morir a familiares y amigos y dicen que si llegan a saber la dureza de la travesía no lo hubieran hecho", comenta.

Uno de los pilares básicos de su asociación es que la red de centros o casas de acogida no supere las 40 plazas, porque con 100 plazas hay una "sobrecarga social" que puede afectar a la convivencia con los vecinos, si bien puntualiza que de todos los menores que tutelan, solo seis tienen medidas judiciales -el 0,7%-.

Lo que sí demanda es que haya más educadores en los centros para que se asegure la integración y se pueda dar una respuesta adecuada a su proyecto migratorio ya que los menores "quieren formarse para trabajar y ayudar a los familiares" y si eso no ocurre "se genera una gran frustración" y de ahí se pasa en nada a un "comportamiento inadaptado".

Trabajo con las familias

Una de las cuestiones que está siendo muy fructífera es el trabajo que realizan con las familias de los menores en sus países de origen, que muchas veces al desconocer la realidad de los jóvenes les piden que les manden dinero y eso los frustra aún más. Los educadores o profesionales llaman a las familias y les explican la situación. La reinserción familiar se tiene que hacer en un periodo de tres meses y por la demora en el papeleo o en la determinación de la edad se supera el plazo y ya se quedan en las Islas bajo la tutela de la Comunidad Autónoma hasta que cumplen 18 años.

La asociación les explica a las familias que los menores han de estudiar, si no han cumplido los 16 años, y los de 16 a 18 se les da clase y se les prepara para que puedan emplearse. De hecho, están poniendo en marcha un programa de inserción laboral y dispositivos de transición porque "hay menores que, cuando cumplen 18 años, se quedan en la calle si no tienen recursos" ni documentos para poder viajar con familiares de la Península que están dispuestos a darles trabajo y cobijarlos.

En este sentido, resalta la lentitud burocrática del Consulado de Marruecos en extender los pasaportes para estos chicos, "más de diez meses", precisa, y en la respuesta a la demanda de protección internacional de los juzgados. Solo en Gran Canaria se admite a trámite esta solicitud de asilo de los menores porque en otras islas entienden que ya se les da protección hasta los 18 años a través de las competencias que asume el Gobierno canario para su cuidado. En cualquier caso, en Gran Canaria se ha solicitado protección internacional para 245 menores y únicamente se ha dado la primera entrevista a 28, y "podrían ser más" los que la pueden pedir, puntualiza.

Asimismo, insiste en que la respuesta administrativa "es bastante lenta" en cuanto a la determinación de la edad pues un 50% de posibles menores que están en sus centros aún no la tienen y eso implica que no puedan obtener documentación para seguir su tránsito a la Península, entre otras cuestiones.

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