El diputado de Nueva Canarias (NC) y concejal de Solidaridad Internacional del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo (NC), defendió ayer que Canarias es un territorio «esencialmente» de tránsito y que se debe reivindicar el derecho a migrar y a transitar por el territorio europeo en lugar de acoger mal al migrante. Así lo detalló durante la presentación del programa del Consistorio capitalino para el Día Internacional del Migrante que se celebra este sábado y que abogará por el derecho de las personas extranjeras que arriban a las costas de las Islas a poder transitar y continuar su viaje.

«En estos años hemos tenido una dura pelea con el Gobierno de España por este motivo y porque trataron de convertir Canarias en un muro. Y eso lo denunciaremos siempre», señaló el diputado nacional, quien insistió en que el único «efecto llamada» que hay es «el olor a comida y seguridad».

Quevedo apuntó que las Islas no tienen capacidad de acogida porque no es razonable que una sola comunidad soporte todo el peso en este sentido. Preguntado por la situación de los migrantes en la capital grancanaria ha admitido que es «mala» y que «no hay otra manera de calificarla» porque a su juicio la concepción de la migración ha sido la de intentar crear en Canarias «no centros de acogida sino campamentos de migrantes al modo de Lampedusa». El concejal subrayó que hay muchos migrantes durmiendo en las calles de Las Palmas de Gran Canaria porque se resisten a ese modelo de campamento de refugiados, una situación que ha calificado de «terrorífica e imposible de evitar».

«Más humanidad, por favor»

En términos similares se expresó el presidente de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias, Teodoro Bondyale, quien reivindicó el derecho a la movilidad de los migrantes y urgió no solo a «recogerlos» sino a «acogerlos» de manera humana. «La consigna es que no vengan, pero eso no depende de nosotros, salvo que se intervenga en las circunstancias y motivos por los que vienen. Aquí la gente no viene a quedarse, sino que pasan por aquí», apuntó Bondyale y añadió que si no se les deja pasar no se les podrá acoger tampoco «porque no existen recursos suficientes para ellos», lo que genera un grave problema.

A su juicio, lo ocurrido con el brexit es un ejemplo más de la contradicción europea respecto a las migraciones. «Cómo va a vivir Reino Unido sin camioneros polacos, España sin senegaleses que trabajen en El Maresme o sin mujeres marroquíes que trabajen la fresa en Huelva», señaló tras urgir a defender los derechos de los migrantes «con todo el arsenal legislativo» y a integrarlos en la sociedad.

La presidenta de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de Canarias, Pepi Farray, denunció el racismo y la aporofobia, unas cuestiones, afirmó, que hay que poner encima de la mesa con «rigor, seriedad y corazón». «Ya es hora de que la inmigración deje de ser noticia para que se convierta en preocupación real de la ciudadanía y de las instituciones públicas», defendió Farray, quien añadió que son necesarias políticas migratorias más justas.