Son cientos las hectáreas de plataneras las que han quedado al sur de las coladas del volcán de Cumbre Vieja sufriendo los efectos de la ceniza y el riego deficiente durante muchos meses, lo que ha provocado daños importantes en las plantas, situación que los agricultores afrontan con el dilema de intentar recuperar esas fincas o comenzar con nuevas plantaciones.
Con el objetivo de recuperar esas producciones, hasta 18 técnicos especialistas en platanera pertenecientes al Cabildo de La Palma, organizaciones de productores de plátanos y cuatro técnicos especialistas pertenecientes al Servicio de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo de Tenerife visitaron recientemente una decena de fincas, donde comprobaron la afectación a los cultivos, tras lo cual propusieron el capado de las plantas para reconducirlas a su ciclo normal de cultivo o arrancarlas y comenzar con una nueva plantación.
La primera opción permitiría salvaguardar el material genético presente en algunas explotaciones desde hace decenas de años, además de representar una menor inversión económica, si bien supondría una pérdida de peso en el racimo en la siguiente parición y cierta heterogeneidad en el comportamiento del cultivo a medio plazo.
La segunda opción, la replantación, que se haría en los meses de julio o agosto próximos, supondría tener una buena producción y homogeneidad en otoño de 2023 y en los siguientes ciclos de cultivo. Por el contrario, habría un sobrecoste del arranque del cultivo existente, con la preparación del terreno, la adquisición de la planta y la plantación.
Como ejemplo de esta disyuntiva, uno de los agricultores de la zona de la Hoya del Verdugo, Pedro Padrón, señala que sus plantas son las denominadas «del país», plantadas por primera vez en esas fincas en los años 60 del siglo pasado. «Yo voy a luchar por esta planta», afirma, aunque la otra opción, resembrar, «es válida también». «No voy a discutir cuál es la mejor opción», subraya el agricultor, para quien lo importante es que, a partir del verano, «sea cual sea la opción, tengamos la suficiente agua para poder regar».
El presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de La Palma, Miguel Ángel Martín, recordó que la isla ha perdido casi el 35% de su producción, lo que puede generar una pérdida de población de unas 7.000 personas, cercanas al 10% de la población actual de La Palma, lo que unido al actual envejecimiento de la población provocaría una nueva ralentización económica.
Mientras tanto, los gases que siguen imposibilitando el regreso de los residentes a zonas de costa de La Bombilla, El Remo y Puerto Naos también afectan al sector primario, de tal forma que los agricultores no pueden realizar labores de mantenimiento. Para poder comenzar los trabajos de limpieza de ceniza, deshijado y reposición de infraestructuras como invernaderos, el Cabildo de La Palma encargó un plan de evacuación, que tras las últimas aportaciones realizadas por los técnicos insulares estará a disposición de entrar en uso la próxima semana con un documento definitivo.
Así lo confirmó el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de La Palma, Manuel González, en una visita realizada a plantaciones plataneras del Valle de Aridane acompañando a la consejera regional Alicia Vanoostende, quien anunció la convocatoria de subvenciones destinadas a la reconstrucción del potencial de producción agrícola dañado por la erupción volcánica, una ayuda incluida en la medida 5.2 del Programa de Desarrollo Rural (PDR). La convocatoria cuenta con una dotación presupuestaria inicial de 809.144 euros dirigida principalmente a la reconstrucción de los invernaderos que se han visto afectados por la ceniza del volcán y a la reposición de planta.
Acompañada por el director general de Agricultura, Augusto Hernández, señaló que estas ayudas «son un pilar fundamental para la reconstrucción de una de las zonas con mayor potencial agrícola en cuanto al cultivo de plátano, tanto de la isla como del resto de Canarias».
