El coordinador territorial de CEAR Canarias, Juan Carlos Lorenzo, afirmó esta mañana en la Comisión de Inmigración del Parlamento autonómico que en materia migratoria en los últimos años se ha aplicado una "política errónea, fallida, reactiva y tardía". Criticó que exista esta realidad a pesar de que hace 28 años que el Archipiélago recibe, “con mayor o menor intensidad”, a personas migrantes, aunque desde mediados del 2019 se ha intensificado el fenómeno, con “un nivel de dramatismo insoportable”. Y defendió que su organización apuesta por un modelo más “constructivo” y “de previsión” de las necesidades.

En opinión de Lorenzo, en las islas se ha aplicado una estrategia de "contención y freno" de las personas que llegan en situación irregular por vía marítima desde la costa noroccidental africana. Apuntó que, en parte, los discursos excluyentes, racistas o de odio a los migrantes han calado por la desprotección social que se ha vivido en los últimos años en las islas.

A su juicio, el Plan Canarias (implantado por el Gobierno del Estado desde finales del año 2020 para hacer frente a la masiva llegada de migrantes magrebíes y subsaharianos a las islas) resulta “insuficiente e insostenible”, en la medida en que se puso en marcha ante el vacío de infraestructuras que había en la Comunidad Autónoma para hacer frente al fenómeno. Y, además, a la hora de abrir recintos hubo un desequilibrio, pues se crearon en Tenerife y Gran Canaria, pero no en islas como Lanzarote o Fuerteventura.

“Hace falta una visión alineada y coordinada” de las acciones que se impulsan por parte de las administraciones del Archipiélago, del Estado y de la Unión Europea”, así como una alternativa pública solidaria y transformadora, comenta Lorenzo. Incidió en la importancia de evolucionar de la respuesta de emergencia al establecimiento de acciones estructurales, pero no solo para los africanos que llegan a las Islas, sino también para los ciudadanos latinoamericanos o los europeos que migran hacia Canarias. Según el representante de CEAR Canarias, en casi tres décadas “no hemos aprendido nada o bastante poco”.

También animó a ampliar la perspectiva, para no solo tratar de ayudar o integrar a quienes acaban de llegar en cayucos o pateras a la Comunidad, sino también a aquellos que llevan años residiendo en el Archipiélago y pueden estar en la misma situación de vulnerabilidad que parte de los canarios autóctonos. «Hay que ver el conjunto, no solo la parte», señaló. También lamentó que en Canarias «seamos meros receptores de lo que deciden otros sin participar en la toma de decisiones» a nivel administrativo, tanto en Europa como en el Ejecutivo estatal. Respecto a la creación de las 7.000 plazas del Plan Canarias, CEAR considera que este modelo «no es sostenible, flexible ni estable».