El sargento del puesto de la Guardia Civil en Teror, Pedro Rodado, es uno de los componentes del convoy de once camiones que mañana parte desde Alicante hasta Polonia para repartir ayuda humanitaria para Ucrania. La idea surge de la oenegé Guardias Civiles Solidarios, que en cuestión de una semana ha logrado recopilar hasta 300 toneladas de alimentos, material sanitario y ropa para los afectados por la guerra.
Pedro Rodado última los preparativos para una operación que le llevará a estar fuera de su casa durante, al menos, una semana. Cambiará su puesto de trabajo en el cuartel de la Guardia Civil en Teror por una autocaravana en la que hará más de 5.000 kilómetros con un único objetivo: trasladar 300 toneladas de ayuda humanitaria para los refugiados de la Guerra de Ucrania. El sargento del puesto de la villa mariana es uno de los componentes del mayor convoy solidario que, hasta el momento, se ha enviado desde España al país europeo y que partirá mañana desde Alicante con el objetivo de, en tres días, estar en una de las fronteras con Ucrania.
Quien organiza esta misión es la oenegé Guardias Civiles Solidarios, que en cuestión de una semana consiguió recopilar alimentos no perecederos, material sanitario y ropa para llenar once camiones. Rodado destaca el trabajo que realiza la organización, pero recalca que sin las colaboraciones desinteresadas, como la de la empresa Castillo Trans S. A. sería imposible llevar a cabo la denominada Operación Trizub, llamada así por el tridente que componente el escudo ucraniano. Y es que, como apunta, la compañía aporta la parte logística con el despliegue de sus camiones sin coste alguno.
Rodado explica que desde Canarias no se ha podido enviar material humanitario por las dificultades logísticas que supondría, sobre todo ante la posibilidad de no llegar a tiempo para ir en el convoy y porque, además, se han visto desbordados por la solidaridad que han recibido desde distintas partes de España. Sin embargo, el sargento añade que sí que se han realizado donaciones de dinero que también serán destinadas a ayudar a los afectados por la invasión de Rusia en Ucrania. Y es que la oenegé ya ha conseguido recaudar más de 20.000 euros.
La operación se pondrá en marcha mañana y partirá desde la sede de Castillo Trans en Alicante. Rodado tendrá como cometido garantizar la seguridad del convoy: «Haremos guardias nocturnas o cuando se produzcan paradas para descansar» ante la posibilidad de que se pueda producir algún tipo de robo debido a la gran cantidad de carga que transportan. El guardia civil explica que todo se realiza a título personal y que tanto sus compañeros como él mismo, lo hacen en su tiempo de vacaciones.
Para garantizar esa seguridad tampoco se dan detalles de la ruta que van a realizar para llegar desde Alicante hasta una de las fronteras con Ucrania. Los únicos datos que puede aportar el sargento de Teror es que tardarán unos tres días en cruzar varios países, para una vez allí tener que esperar a poder descargar todo el material debido a la gran cantidad de donaciones que se están generando en todo el mundo, y después otros tres días para regresar.
Rodado, quien también formó parte del operativo que se organizó por el volcán de La Palma, conforma un equipo de seis personas de la oenegé que, asimismo, se encargará de verificar que la ayuda llega a su destino. «Es otro de nuestros cometidos, estar en el lugar para comprobar que todo el material que sale, llega», resalta este guardia civil, que recuerda que quien quiera puede aportar su grano de arena a través su página web www.guardiascivilessolidarios.es, dentro de la sección campañas abiertas donde se muestran varias fórmulas para colaborar económicamente.
El sargento afronta esta operación con «ilusión» porque «sabes que vas a ayudar» a gente muy necesitada, aunque también reconoce que le da respeto enfrenarse a más de 5.000 kilómetros de carretera. Y la compara con la campaña que realizaron en La Palma por el volcán. «Allí sabía adónde iba». Ahora la Operación Trizub le llevará hasta las puertas de una guerra.
