Bajar los impuestos o no hacerlo. Las dos cosas a la vez son un imposible, con lo que también es imposible que los partidos se pongan de acuerdo sobre la fórmula más adecuada para combatir la nueva crisis económica que han traído consigo la ola inflacionista y la invasión rusa de Ucrania. Unos quieren bajar los impuestos; los otros no. Los primeros, los que llevan semanas desgañitándose para que el Gobierno regional les haga caso y se apresure a aligerar la carga tributaria –al menos el impuesto especial sobre los combustibles, algo que está en su mano–, se ubican en los escaños de la oposición; los otros, los que no quieren ni oír hablar de relajar los impuestos, se sientan en las bancadas del pacto de las flores. Dos posturas irreconciliables, ambas con argumentos válidos tanto a favor como en contra, que la tercera y última jornada del debate sobre el estado de la nacionalidad volvió a escenificar. Los canarios no van a poder contar con una posición unánime de sus representantes ante la crisis. Algo imposible cuando el Gobierno asegura que las Islas «han iniciado la remontada» y la oposición califica esta afirmación de «indecencia».

El martes, en la primera jornada del gran debate anual, fue José Miguel Barragán quien tomó la palabra en nombre del grupo nacionalista. Ayer, en la tercera y última jornada, fue su compañera de bancada Rosa Dávila quien cogió el relevo en la tribuna para la defensa de las propuestas de resolución de CC en materia económica y fiscal. Aunque el debate de las propuestas debe ceñirse a su contenido, el presidente de la Cámara autonómica, Gustavo Matos, abrió la mano y permitió a los portavoces ir más allá. Y Dávila lo aprovechó para elevar el tono de la oposición. La que fuera consejera de Hacienda en la anterior legislatura calificó de «obscenidad, irresponsabilidad e indecencia» que Ángel Víctor Torres, en el discurso de apertura del debate, dijera que Canarias «ya ha iniciado la remontada». «Canarias es más pobre», subrayó Dávila. La socialista Nira Fierro respondió colocándole a CC la etiqueta de representante del trumpismo, esto es, de las maneras de Donald Trump.

En el PP fue Australia Navarro quien relevó a Manuel Domínguez. Navarro, en línea con la nacionalista, aseveró que el Archipiélago está «en una situación de colapso». Los dos grupos, CC y PP, insistieron en la bajada de impuestos, pero el líder de la ASG, Casimiro Curbelo, les respondió con un rotundo «no».