Las empresas de catering que suministran la comida a los colegios advierten que el próximo curso habrá una subida generalizada de las tarifas de este servicio debido a la espiral inflacionista que ha provocado el incremento de precios en los productos, el alza de los combustibles y la escasez de materias primas. Algunas de estas empresas van a intentar negociar una revisión de los costes con la Consejería de Educación antes de acabar este curso a través de ayudas públicas directas, sin que repercuta ahora en las cuotas que pagan los padres de los escolares por el comedor.
El director general de Boanva Canarias, Luis Javier Ramos, prepara un informe elaborado por el equipo jurídico de la empresa para presentarlo en la Consejería de Educación, con el fin de solicitar un "salvavidas" a la Administración en estos últimos meses de curso. Según Ramos la situación se ha "precipitado" en los últimos tres meses con un escenario sobrevenido que pocos esperaban y que está provocando que estas empresas trabajen con márgenes muy estrechos. Los contratos que se negocian a principio de curso duran desde septiembre hasta junio y durante este tiempo no se pueden revisar los precios, pero la situación inusual a la que se enfrentan en medio del presente curso les aboca a que "la línea entre ganar y perder sea muy delgada", advierte el responsable de calidad del catering Carben, Zenobio López.
La mayoría de las empresas se resignan y aguantarán hasta junio sin solicitar una revisión de precios, pero sí aseguran que para el próximo curso no habrá más remedio que subir las tarifas cuando se contrate por los colegios el servicio de comedor escolar. "La revisión general para el siguiente curso es inevitable, a los padres les va a salir más caro el comedor, el transporte escolar y el resto de servicios", subraya Luis Javier Ramos. En esta línea también se mueven Carben y Naranjo&Henríquez, dos catering que también sirven comidas en los centros educativos. En el caso de Carben, Zenobio López explica que "irremediablemente para el próximo curso escolar se hace necesario realizar una subida de nuestras tarifas para hacer frente al constante aumento de los gastos". Entre estos costes se encuentran la subida del IPC, la regularización de los convenios laborales, los precios de la energía -electricidad, gas, combustibles...-, materias primas -aceites, harinas, pollo, huevos, envases...-, la escasez de productos, cambios en las políticas bancarias, etcétera. El escenario es tan complicado que sin un aumento de los precios para el próximo curso tanto para los desayunos como para los almuerzos escolares "se hace inviable la sostenibilidad del servicio", advierten.
Por lo pronto ni Carben ni Naranjo&Henríquez se plantean negociar con Educación ahora, algo que sí pretende Boanva. Luis Javier Ramos espera por el informe encargado a los abogados para dirigirse a la Consejería "y que nos eche una mano". Ramos recuerda que el Gobierno ha aprobado que se puedan revisar los precios de las contrataciones de servicios públicos y, por ello, espera que haya "sensibilidad" por parte de la Administración. El director general de Boanva detalla que los problemas empezaron hace unos tres meses, entre finales de diciembre y principios de enero, cuando se empezó a detectar problemas en el suministro de algunos productos, entre ellos el pescado, que o no llegaba o el que lo hacía tenía menos calidad. "Desde enero estamos aguantando pero la situación sigue sin pintar bien", añade.
Desde la Consejería de Educación se indica que por ahora no hay ninguna petición formal de los catering para revisar los precios este curso y que si la hay se tendría que estudiar su "viabilidad legal". El departamento que dirige Manuela de Armas recuerda que todos los años se revisan los contratos con las empresas que prestan los servicios de comedores escolares y que las empresas sí se han dirigido a la Consejería para realizar la revisión de precios antes del inicio del próximo curso. Educación recuerda que los contratos tienen un periodo de validez y se negocian para que se extiendan de septiembre a junio, es decir, todo el curso escolar, por lo que existen dificultades para que se modifique el contrato en medio del curso vigente.
