La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

‘Tropic’: ‘El Dorado’ dormido en las profundidades

Ampliar su plataforma da a España derechos sobre el volcán de teluro, inalcanzable para Rabat sin las aguas saharauis

Sánchez aterriza en Rabat para escenificar el acercamiento entre España y Marruecos

Sánchez aterriza en Rabat para escenificar el acercamiento entre España y Marruecos. Agencia ATLAS | Foto: EFE

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Sánchez aterriza en Rabat para escenificar el acercamiento entre España y Marruecos. M. Á. Montero

La ampliación de la plataforma continental que pretenden tanto España como Marruecos –en el caso de Rabat tomando como propias las aguas del Sáhara Occidental– no es un mero objetivo político. O cuando menos no es solo un objetivo político. Es verdad que el reino alauí, con las dos leyes promulgadas a finales de 2019 en las que recalcula su área de influencia marítima haciendo suyas las aguas saharauis, sí persigue extender al mar el control de los territorios ocupados, pero no es menos cierto que detrás hay un objetivo económico mucho mayor: el monte submarino Tropic.

En las profundidades al suroeste del Archipiélago duerme un conjunto de volcanes denominado las Abuelas de Canarias. En ellos descansan cantidades ingentes de metales preciosos como el teluro y el cobalto. El telurio o teluro se emplea, por ejemplo, en la fabricación de paneles solares, y el cobalto es muy utilizado en la industria automovilística, más si cabe ahora con el auge del vehículo eléctrico. Todos estos montes submarinos han sido mayoritariamente descubiertos a lo largo de las últimas décadas, y la gran mayoría cae dentro de las 200 millas náuticas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) canario-española, de modo que es el Estado el que tiene la potestad para extraer y explotar sus recursos naturales. El problema es que el monte submarino que concentra, con mucha diferencia, la mayor parte del telurio y el cobalto es justamente el que no está dentro de la ZEE. Se trata de Tropic, un antiguo volcán que se levanta desde el lecho marino, a cuatro kilómetros de profundidad, hasta quedar a mil metros de la superficie.

‘Tropic’: ‘El Dorado’ dormido en las profundidades M. Á. Montero

En estos momentos la minería submarina no es capaz de extraer minerales a tales profundidades, de modo que no es posible explotar la enorme riqueza de Tropic; es más, hay expertos que ven más que probable que este particular tesoro submarino nunca pueda sacarse de las profundidades del Atlántico. Entre otras cosas porque el coste de la empresa puede ser tan astronómico que ni siquiera una riqueza tan inmensa como la de Tropic compensaría los esfuerzos. Sea como sea, este singular El Dorado bajo las aguas al suroeste del Archipiélago es una oportunidad que España no quiere dejar pasar, de ahí la petición de ampliación de la plataforma continental de Canarias hasta las 350 millas náuticas, lo que sí le otorgaría derechos sobre Tropic.

Hay que puntualizar, eso sí, que España en ningún caso tendría derechos exclusivos sobre Tropic, ya que también se ubica dentro de la plataforma continental del Sáhara Occidental. La misma plataforma continental que Marruecos quiere hacer suya, de forma que Rabat se arroga derechos sobre el rico monte submarino. Sin embargo, y por mucho que la política exterior española dé un giro de 180 grados en la cuestión saharaui, cualquier acuerdo entre España y Marruecos sobre Tropic –es más, cualquier acuerdo que se inmiscuya en aguas de los territorios ocupados– no tendrá validez alguna para el Derecho internacional. Esto solo sería posible si, efectivamente, Rabat pasa de tener el control de facto del Sáhara Occidental a tenerlo también de iure. Hasta que esto no ocurra, si es que ocurre, Marruecos no es un interlocutor válido para los asuntos de las aguas saharauis, algo que ya dejó claro el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en su sentencia sobre al acuerdo pesquero entre Rabat y Bruselas.

Compartir el artículo

stats