El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, considera que el espionaje político a miembros del Gobierno con el sistema Pegasus es «grave y preocupante». Respecto a la actuación del Centro Nacional de Inteligencia y la posibilidad de que Marruecos sea el origen de este espionaje, no quiso pronunciarse. «Yo no tengo nada que decir», pero es «una situación que preocupa», más aún cuando ha llegado al Congreso de los Diputados, dijo ayer Torres.

En cuanto a la posibilidad de que también se haya espiado al Gobierno de Canarias, señaló que los técnicos le han trasladado «que parece que no ha ocurrido» en las islas.

El presidente del Gobierno de Canarias también habló del viaje a Marruecos que autoridades españolas preparan, Torres informó de que ha hablado al respecto con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y «se han pormenorizado los acuerdos».

Asimismo, anunció que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, visitará Canarias antes del 30 de mayo, ya «hay fecha posible y estamos cerrando la agenda», precisó.

Torres recordó que Canarias estará presente en la comisión que aborde la delimitación del espacio marítimo y en la de inmigración.

A su juicio, «lo importante es que los dos gobiernos se están sentando y poniendo puntos en común».

Para Canarias es «muy importante que se controle el flujo migratorio, que tengamos buenas relaciones comerciales y que cualquier problema en las aguas las podamos despejar en reunión oficial y levantándose acta».

En este contexto, en la noche del viernes se rescataron dos embarcaciones neumáticas con un total de 118 inmigrantes subsaharianos a bordo, entre ellos varias mujeres y niños. El rescate se inició después de que el centro de Salvamento Marítimo en Las Palmas recibiera el aviso de dos embarcaciones neumáticas navegando en dirección a sus costas, la primera con origen en Cabo Bojador, a unas 48 millas, y la segunda proveniente de Lamsid, a poco más de 50 millas.

En una de las embarcaciones iban 60 personas, todos subsaharianos, 42 hombres, 14 mujeres y cuatro menores. Posteriormente, se rescató a las otras 58 personas, también de origen subsahariano, 53 hombres, cuatro mujeres y un niño. Con los 118 inmigrantes a bordo, la Guardamar Calíope se dirigió al puerto de Arguineguín, sur de Gran Canaria, donde los desembarcó de madrugada.