Guillermo García, que fuera director de Radiotelevisión Canaria (RTVC) entre 2007 y 2015, contrató 260 programas de muy baja calidad por 1,6 millones de euros públicos a Paco Padrón, responsable de la productora privada Amanecer Latino, para salvar las deudas de este con la Seguridad Social de 1,3 millones de euros. Lo hizo por «la relación de amistad» que ambos mantenían y «con total conocimiento» de que contravenía el protocolo de actuación del ente público para la contratación de material audiovisual y la Ley de la Hacienda Pública Canaria.
Esta es la conclusión de la jueza Lara López Jiménez, del Juzgado de lo Penal Número 1 de Santa Cruz de Tenerife, que condena a Guillermo (Willy) García a cuatro años y tres meses de inhabilitación para empleo y cargo público y a Paco Padrón, a dos años y dos meses de inhabilitación por cometer ambos un delito de prevaricación; es decir, dictar resoluciones arbitrarias a sabiendas de su injusticia.
El jueves, la SER en Tenerife adelantaba que Willy García, como se le conoce desde su larga trayectoria en la radio tinerfeña, y Paco Padrón habían pactado con la Fiscalía Anticorrupción y la acusación particular esta codena sin pena de cárcel y con la que evitan la celebración del juicio. Ayer se conoció la sentencia, que concluye que García se saltó la ley y las normas de RTVC «con la única finalidad» de pagar las deudas de su amigo.
De esta manera se resuelve una de las investigaciones de la operación Gloria por irregularidades en las contrataciones del exresponsable de RTVC, colocado al frente de RTVC durante la Presidencia de Paulino Rivero. Esta pieza de los contratos de la televisión canaria con Amanecer Latino fue instruida por María de los Ángeles de Lorenzo-Cáceres, titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife, pero pasó al Juzgado de lo Penal Número 1. Muchos de los programas contratados a Padrón, además de su escasa calidad, tal y como confirma la sentencia, fueron emitidos a altas horas de la madrugada por los canales 1 y 2 de RTVC o algunos ni siquiera se exhibieron a los espectadores.
