A apenas 200 kilómetros de las costas de canarias se libra una batalla que nada tiene que ver con las tradicionales. No hay cruce de fuego, pero sí entran en juego ciberataques, campañas de desinformación, acciones de contaminación política, aislamiento económico, presión migratoria o financiación de grupos terroristas y de tráfico de drogas que, como en los tableros de guerra convencionales, también desestabilizan Estados. Todo eso está ocurriendo en la actualidad en el norte de África y en la franja del Sahel – Mauritania, Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía–. El equilibrio geoestratégico se resquebraja y España, Canarias en particular, es un vecino muy cercano. Es la razón por la que desde el Gobierno central se insta a que Cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid la semana próxima acoja una sesión de trabajo de jefes de Estado y de Gobierno específicamente centrada en las amenazas que plantea el ‘flanco sur’ y que la Alianza mire también hacia el continente africano en la planificación estratégica para la próxima década.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez no está solo en ese objetivo, Downing Street ayer mismo apuntó la pertinencia de girar la mirada: «No podemos olvidar que estamos viviendo un auge de la actividad rusa en muchos países del flanco sur que nos interesan y debemos ser muy sensibles a esa realidad», señaló ayer el embajador de Londres en Madrid, Hugh Elliott, en un encuentro con periodistas en el que habló de la próxima cumbre de la OTAN.

La guerra silenciosa se expande y coge fuerza a 200 kilómetros del Archipiélago

Con todo, los expertos ven complicado que la Alianza asuma las tesis del Ejecutivo español.

¿Cuál será la prioridad de la Alianza en la próxima década?

Profesores y analistas consultados por Efe coinciden en que la OTAN optará por centrar sus esfuerzos en la amenaza que suponen Rusia o China y deje el ‘flanco sur’ en manos de actores regionales, con quienes impulsará la «seguridad cooperativa».

Para el profesor del grado en Relaciones Internacionales de la Universidad Europea Frédéric Mertens resulta obvio que el principal objetivo de la OTAN va a ser redefinir su alianza contra Rusia, lo que va a generar consecuencias en los otros escenarios mundiales. «Van a centrar todo su esfuerzo en el este y dejar la parte del sur en un segundo plano», pese a que la zona incluye una treintena de países y «todos ellos generan amenazas con capacidad de crear peligro y desestablizar».

Mertens ve tres grandes focos de tensión que van a complicar la nueva definición estratégica de la alianza: la creciente presencia de Rusia y China en zonas geográficas de África, el interés de Estados Unidos por girar su atención hacia Asia, y el hecho de que importantes miembros de la OTAN como Francia, Turquía Italia o Grecia tengan su propia agenda en el sur, enumera. Por ello, este experto considera que la solución más plausible es que la OTAN centre su atención en Rusia y China y deje la seguridad de África bajo responsabilidad de la Unión Europea.

¿Apostar por más cooperación?

Los expertos del Real Instituto Elcano también coinciden en que la guerra en Ucrania y la necesidad de reorganizar el orden de prioridades van a ser centrales en el debate en torno al futuro papel de la OTAN.

Así, el director de la Oficina de Elcano en Bruselas e investigador principal, Luis Simón, argumenta en su artículo La OTAN y el sur tras Ucrania que «es de esperar que el nuevo concepto estratégico dé preferencia al flanco oriental e incluya una priorización de la defensa colectiva por encima de la gestión de crisis y la seguridad colectiva».

Con todo, considera que la OTAN no debe de descuidar el sur, donde la competición estratégica con Rusia y China es igualmente importante y donde problemas transnacionales o asimétricos como el terrorismo, el crimen organizado, la proliferación de armas ligeras y la migración irregular seguirán generando focos de inestabilidad.

Pero Simón no cree que la OTAN vaya a involucrarse más en la región, sino que finalmente optará por invertir en la resiliencia y el desarrollo del sur y una mayor consolidación de los lazos con los actores regionales y otras organizaciones relevantes, empezando por la UE.

¿Qué flanco es más peligroso?

Para el profesor de Relaciones Internacionales y experto en seguridad de la Universidad Pontificia Comillas Javier Gil, también está claro que «el ‘flanco sur’ se ve complejo y peligroso, pero nada comparado con la amenaza en el norte» y «no parece posible ni factible que la OTAN divida su atención; si todo es importante, nada es importante», asegura en conversación telefónica con Efe.

En opinión de Gil, ante la diversidad de amenazas, lo más probable es que la organización insista en que tanto la UE como la propia España se hagan responsables de su propia seguridad y no se escuden en delegar tanto en organismos internacionales.

Los politólogos ven más factible que los aliados dejen en manos de la UE la seguridad en África

Finalmente, y preguntado por la reclamación de que Ceuta y Melilla se incluyan también bajo el paraguas protector de la OTAN, lo que obligaría a los países miembros a salir en defensa del territorio si fuera atacado, Gil también lamenta la «absoluta dejadez de España durante 40 años». Así, recuerda que cuando se definió el territorio de seguridad de la OTAN, se establecieron como límites el Trópico de Cáncer y el Atlántico, de modo que Canarias sí entra en el territorio protegido, pero no las ciudades autónomas. «Y ahora la OTAN no lo va a aceptar de ninguna manera», asegura Gil, quien señala la habilidad con la que Marruecos «ha tejido una red de intereses muy fuertes con países como Estados Unidos o Francia y ya no hay nada que hacer».