Román Rodríguez quiere un REF más social para contrarrestar las épocas de crisis. El vicepresidente canario y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos animó ayer a un debate en las Islas para repensar determinados aspectos del Régimen Económico y Fiscal, de modo que los incentivos a la inversión puedan resultar útiles socialmente en los ciclos económicos negativos, de manera que no estén necesariamente vinculados a la existencia de beneficios. Los incentivos fiscales a la inversión, que constituyen uno de los tres ejes del REF junto a los programas económicos presupuestarios y el diferencial fiscal con el resto del Estado, «han funcionado razonablemente bien en tiempos de bonanza, pero han resultado insuficientes o inaplicables para mantener la pujanza económica y el nivel de empleo en tiempos de crisis», razona.

Rodríguez considera que ese eje del REF -que concierne básicamente al empresariado- necesita de algunos ajustes para que las ayudas permitan, en última instancia, la generación de empleo aun cuando las empresas no tienen beneficios, «no en vano el paro, aunque su evolución esté siendo históricamente positiva, es nuestro principal problema».

El vicepresidente insiste en la necesidad de abrir, de cara a una futura reforma, una reflexión de la sociedad insular en su conjunto, con el objetivo de aprovechar al máximo las potencialidades de un instrumento que ha sido determinante para el bienestar de los canarios. «Se trata de perfeccionar los mecanismos del REF, de modo que esos incentivos fiscales a las empresas se orienten en mayor medida al mantenimiento y la generación de empleo y se conviertan, de alguna forma, en escudos sociales en tiempos de crisis económica», explicó.

En todo caso, Rodríguez subrayó la importancia «vital» del REF para los canarios e instó, una vez más, a una defensa activa y permanente de sus preceptos en todos los niveles, especialmente ante un contexto nacional e internacional tremendamente incierto.

Desde esta perspectiva, el vicepresidente, tal y como ya ha manifestado en reiteradas ocasiones, apeló a la unidad política y social en el Archipiélago para mantener la máxima eficacia del REF y evitar que desde Madrid se produzcan modificaciones sin consenso o se pierdan las oportunidades que hoy ofrece y las que se puedan presentar tras eventuales modificaciones.

Los tres ejes

El objetivo último del REF es que la sociedad canaria esté en condiciones parecidas a las de otras nacionalidades y regiones del Estado, a través de una serie de compensaciones económicas, una fiscalidad diferenciada y las bonificaciones a la inversión.

Respecto a los programas económicos del REF, sus partidas están consignadas en los presupuestos estatales, indica. Posibilitan, por ejemplo, que la factura eléctrica en las islas sea similar al resto del Estado, pese a que en Canarias sus costes son bastante más elevados, o que los canarios se puedan desplazar entre las islas en barco o en avión, así como con el resto del Estado, con una bonificación del 75% en nuestros billetes,. Estos programas económicos en su conjunto suponen para Canarias anualmente más de 1.800 millones iniciales en las cuentas públicas estatales, siendo ampliables los energéticos o los del transporte, expone.

Además, Canarias dispone de un fiscalidad diferenciada y propia, más reducida que la del Estado. Y luego, está un tercer bloque del REF que integran las bonificaciones y deducciones a la inversión, como la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC), la Deducción para Inversiones en Canarias (DIC), la Zona Especial Canaria (ZEC) o el Registro Especial de Buques y Empresa Navieras. Así como la Deducción por inversiones en producciones cinematográficas, series audiovisuales y espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales realizadas en Canarias, que abrió un conflicto con el Estado el pasado año, evoca.

«La idea esencial debe ser que pueda haber incentivos a la inversión, aunque no haya beneficios empresariales», remarca el vicepresidente.