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Mediodía del 10-N: atentos al móvil

La Dirección de Seguridad y Emergencias decide estos días cuál será la zona cuyos vecinos ayudarán sin saberlo a implantar el nuevo sistema de alertas ante catástrofes

Miembros de los cuerpos de emergencia durante la erupción de La Palma. A. Gutiérrez

A las 12.00 horas del próximo 10 de noviembre usted podrá recibir un mensaje de alerta. Lo avisarán un fuerte pitido y la vibración de su teléfono móvil. Un texto en una ventana emergente, en un ‘pop-up’, le informará de una emergencia. Será solo una prueba, pero una prueba que, a la larga, puede servir para salvar vidas. Y no es una exageración. 

Lunes 10 de noviembre. Al mediodía, justo a las 12.00 en punto. Puede que usted sea uno de los cientos, miles o decenas de miles de canarios que ese día y a esa hora oirán un pitido en su teléfono móvil. El dispositivo también vibrará y aparecerá un mensaje en un pop-up, en una de esas ventanas emergentes que se colocan en primer plano y que tan molestas resultan en muchas ocasiones. Será un mensaje de alerta o de aviso; una advertencia sobre un potencial peligro. Pero no se alarme, solo será parte de una prueba antes de la instauración en las Islas del nuevo sistema de alerta a la población ante catástrofes o emergencias, el llamado ES-Alert. Una prueba que será de gran importancia para que el Ministerio del Interior y la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno canario afinen el funcionamiento de una herramienta innovadora y vital. Vital en sentido estricto, ya que el objetivo de ES-Alert es justamente ese: salvar vidas.

El origen del nuevo sistema de avisos ante riesgos y amenazas por emergencias o catástrofes –sin ir más lejos habría ayudado «muchísimo» durante la reciente erupción en La Palma– está en una directiva del Parlamento comunitario y del Consejo Europeo de 2018. Bruselas y Estrasburgo dieron un plazo a los Estados miembros para que integraran en sus respectivos sistemas de alerta ciudadana este nuevo instrumento, que en última instancia no es más que la difusión del aviso a través de las redes de telefonía móvil. Es precisamente el empleo de las antenas móviles el que hará posible que los servicios públicos de emergencias de toda Europa hagan llegar el mensaje casi de forma personalizada. Es decir, a esas personas que de forma potencial están más en riesgo ante una eventual catástrofe, como puede ser el caso de quienes vivan en la zona donde se produzca, por ejemplo, un fenómeno natural, ya sea un tornado, unas lluvias torrenciales o un huracán. El caso es que ES-Alert ya debería estar en funcionamiento, pero algunos problemas con las compañías operadoras de telefonía móvil y la instalación de las infraestructuras necesarias han desembocado en que España esté con la soga al cuello –una vez más– para cumplir en tiempo y forma con las directrices comunitarias.

Solventadas las dificultades técnicas, la fase de pruebas arrancó este lunes en Cantabria, Andalucía y Asturias. El turno de Canarias será el 10 de noviembre, cuando también se testará el nuevo sistema de alertas en otras dos Comunidades y una Ciudad Autónomas: País Vasco, Castilla y León y Ceuta. El 10 de noviembre a las 12.00 horas, tal como ha fijado el Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias, el Cenem. Serán ahora los técnicos de la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Ejecutivo regional los que decidirán en qué parte del territorio insular se difundirá el primer aviso del nuevo sistema ES-Alert. De hecho, también serán los técnicos de la Administración autonómica quienes decidan el texto de la alerta, tal como avanzó ayer Moisés Sánchez Arrocha, director del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno de Canarias. No en vano, al final serán las Comunidades Autónomas, y en el caso de las Islas el 1-1-2, las que llegado el caso pondrán en práctica esta nueva herramienta de protección civil.

Uso restringido

Una herramienta, explica el director del Cecoes, cuyo uso estará circunscrito, cabe insistir, a catástrofes o emergencias de calado. ES-Alert no está ni para dar avisos de tráfico ni para informar sobre contingencias del día a día. Ese no es su cometido, entre otras cosas porque si se empleara para situaciones, accidentes o emergencias digamos habituales, se perdería su efecto de alarma. De lo que se trata es de que el ciudadano que reciba el mensaje sea consciente de inmediato de que hay una situación extraordinaria de la que es potencial afectado. Y aquí caben inundaciones, avalanchas, accidentes industriales, terremotos, alertas nucleares o radiológicas y también, claro, erupciones volcánicas. Por eso Sánchez Arrocha expone que ES-Alert «habría ayudado muchísimo» al personal de emergencias, y por extensión a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en los dramáticos acontecimientos sufridos en La Palma.

Lo ideal sería que Canarias nunca tuviera que utilizar ES-Alert, pero para entender cómo funcionaría basta con recordar las habituales inundaciones en el barrio costero de Ojos de Garza, en Telde, o los no menos habituales embates del mar en la zona litoral de Garachico, tantas veces dañada por el fuerte oleaje. El nuevo sistema permitiría que el 1-1-2 avisara no ya a todos los ciudadanos del municipio de Telde o de Garachico, sino de forma específica a esos vecinos de Ojos de Garza o de la costa garachiquense. Además, el aviso estará acompañado de una serie de links o enlaces en los que el ciudadano podrá clicar para obtener más información sobre el suceso.

Aunque será en las próximas semanas cuando este nuevo sistema de alertas empiece a funcionar en España, en general, y en Canarias, en particular, instrumentos similares a ES-Alert ya se han implantado con éxito en Hawái, Japón o San Francisco, en los Estados Unidos. Si usted recibe la alerta el 10 de noviembre, estará así ayudando a mejorar la protección civil en el Archipiélago.

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