Las tensiones entre los sindicatos acumuladas durante el proceso de negociación para la estabilización de los empleados públicos interinos han vuelto a aflorar tras la maniobra de última hora de Intersindical Canaria (IC) que, tras casi dos años de conflicto laboral y huelgas, ha decidido salirse del comité de huelga, unirse al acuerdo de las bases de estabilización tras votar en contra y estar en la firma que se celebrará la próxima semana entre los representantes del Gobierno y los sindicatos.

Durante la negociación los sindicatos estatales –UGT, CCOO y CSIF– cuestionaron la estrategia de las centrales canarias Sepca e IC por mantener el conflicto y no querer negociar. La posterior salida de Sepca del comité de huelga provocó una fractura interna en el conflicto que ahora resurge ante el descuelgue de Intersindical. Para el portavoz de Sepca, Manuel González, la posición de IC es «incoherente» después de haber votado en contra de las bases y de mantener un conflicto «que se podría haber solucionado con las propuestas que le presentamos a la Administración».

Lo cierto es que la dirección de IC se ha visto entre la espada y la pared por el escaso seguimiento de la huelga en las últimas convocatorias y porque en una encuesta interna realizada por el sindicato a sus afiliados hubo una respuesta demoledora a favor de respaldar las bases negociadas y la necesidad de que la central sindical saliera del conflicto, lo que finalmente se ha consumado.

Gobierno y sindicatos tienen previsto firmar el próximo jueves e Intersindical quiere estar en este acto, lo que incomoda al resto de los sindicatos tras lo ocurrido en los últimos dos años. En los próximos días se sabrá si finalmente estarán en la foto todas las centrales o no.