Pedro Sánchez y Ana Oramas hacen las paces en la recta final

La diputada de CC agradece la «elegante» despedida que le brindó el presidente en su última intervención en el Congreso

Ana Oramas en el Congreso pasa por delante de Pedro Sánchez en una imagen de archivo. |

Ana Oramas en el Congreso pasa por delante de Pedro Sánchez en una imagen de archivo. | / Efe

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

En tiempos de bronca política y de degradación de la vida parlamentaria llamó la atención el pasado miércoles la cariñosa despedida que el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, brindó a Ana Oramas en la que fue la última intervención de la diputada de CC en una sesión de control al Gobierno en el Congreso, en la que preguntaba al líder socialista por la participación de Canarias en las negociaciones entre España y Marruecos sobre la delimitación de espacios marítimos entre ambos países frente a Canarias.

Tras la pregunta de rigor de la dirigente canaria en su habitual tono exigente con el jefe del Ejecutivo, y tras la respuesta consiguiente, Sánchez quiso dar espacio a los buenos usos parlamentarios y se empeñó en un adiós amable y cariñoso para quien está a punto de decir adiós a 15 años en el Congreso y en la efervescente y tensa vida política nacional.

La escena recuerda el cariñoso adiós de Rodríguez Zapatero al canario Luis Mardones en 2007

«Tengo entendido que esta va a ser su última pregunta parlamentaria, y desde la discrepancia ideológica que muchas veces hemos mantenido en esta tribuna, evidentemente quiero desearle lo mejor en su futuro político y reconocer, para que conste en acta, la extraordinaria labor que usted ha hecho como diputada en estas Cortes Generales», afirmó el líder socialista desde su escaño al concluir su respuesta a la pregunta de Oramas, que un poco sorprendida por la situación apenas acertó a responder con un escueto «gracias» antes de insistir en el tema para el que estaba citada con el presidente en esa sesión parlamentaria.

A toro pasado, la histórica diputada tinerfeña agradece la «elegante· deferencia de Sánchez y señala la excelente relación personal entre ambos desde que se conocieron hace años cuando coincidieron con frecuencia en una tertulia nocturna en Radio Nacional de España. Eran tiempos en los que Oramas empezaba a destacar como diputada activa y muy mediática y Sánchez un desconocido concejal socialista de Madrid que sustituía en dicha tertulia radiofónica a Pedro Zerolo, el fallecido también concejal del ayuntamiento de la capital y personaje de la máxima relevancia del movimiento LGTBI de los años previos a la legalización en España del matrimonio homosexual.

Mariano Rajoy

El episodio del pasado miércoles en el Congreso ha sido quizá el más destacado de los que Oramas está viviendo en estos momentos desde que el pasado 23 de septiembre anunció que se presentará a las elecciones autonómicas de Canarias del próximo mes de mayo, y que dejará por tanto su escaño tras siete legislaturas en el Congreso desde que el 25 de junio de 2007 llegara a la cámara para sustituir a su compañero de partido Paulino Rivero, a la sazón elegido por CC como candidato a la presidencia de Canarias en las elecciones de ese año. Desde su anticipado adiós, pese a que continuará en el escaño hasta que no se constituya el próximo Parlamento de Canarias, Oramas está recibiendo mensajes de reconocimiento de muchas de las personas que ha conocidos durante todos estos años en Madrid, y peticiones de entrevistas periodísticas que ella está gestionando con sobriedad y toda la mesura de la que es capaz.

Sólo dos días antes del gesto de Sánchez en el pleno de Congreso, la diputada de CC recibió la llamada del anterior inquilino de la Moncloa, Mariano Rajoy, con el que también le unen ciertas complicidades políticas de los tiempos en que sus respectivos partidos se entendían en diversos ámbitos de la vida institucional.

Pero el gesto de Sánchez ha sido más llamativo porque, más allá del acuerdo entre CC y el PSOE para el apoyo nacionalista a los presupuestos estatales de 2023 hace apenas unas semanas, lo cierto es que la tónica general de Oramas durante toda la legislatura ha sido la de una contundente y pertinaz crítica al actual Ejecutivo de coalición respecto a sus políticas con Canarias, y con ataques muy directos y personales al propio líder socialista, lo que le ha granjeado no pocos éxitos en las redes sociales.

La portavoz de CC ha dedicado críticas muy ácidas a Sánchez en los debates en los que ambos han tenido algún tipo de cara a cara, incluso acusándole en alguna ocasión de «mentiroso», y asegura que su actitud no cambiará en el tiempo que le queda en el escaño. El presidente incluso llegó a responder a la tinerfeña hace solo un par de meses, tras una de sus diatribas desde la tribuna, que «con el cariño que le tengo, hay que ver qué cosas me dice la señora Oramas». Y todavía se recuerda en la cámara como uno de los episodios más llamativos del inicio de la actual legislatura que la veterana dirigente votó en contra de la investidura del actual presidente pese a tener el encargo de su partido de abstenerse.

Pero ninguna de estos desencuentros parece haber hecho mella en la excelente relación personal entre ambos, que se fraguó en la mencionada coincidencia de ambos la tertulia de RNE y se consolidó durante la etapa en que CC y PSOE firmaron sucesivos acuerdos políticos siendo Sánchez ya secretario general de los socialistas, primero el que dio paso al Gobierno de coalición entra ambas formaciones en Canarias en 2015, y posteriormente para el apoyo de la formación nacionalista a la primera de las dos investiduras fallidas del dirigente socialista a la Presidencia del Gobierno, la de marzo de 2016.

Desde entonces, y especialmente desde la ruptura del pacto de gobernabilidad en las Islas, CC y la propia Oramas han desarrollado una estrategia de confrontación al PSOE y a Sánchez que se prolonga hasta la actualidad, lo que al parecer no ha hecho mella en la relación personal entre la diputada y el presidente.

El entorno marca

La relación política ha estado sin embargo muy marcada por el entorno que en cada momento ha acompañado a Sánchez en La Moncloa. Así, mientras al presidente le asistía su gurú estratégico de sus primeros tiempos en el cargo, el controvertido Iván Redondo, el trato fue distante cuando no displicente, algo que cambió cuando Sánchez entregó las riendas de su gabinete más cercano a dos exdiputados con los que Oramas tenía muy buena relación de sus años en el Congreso, Antonio Hernando y Óscar López. No cabe descartar que fueran ellos, o quizá el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, quienes avisaran a Sánchez de que la pregunta del miércoles iba a ser la última de Oramas para que tuviera un gesto de despedida con ella.

La parlamentaria canaria ha dedicado críticas muy ácidas al presidente y dice que no va a cambiar

En todo caso, a raíz de este episodio se ha recordado en algunos ambientes parlamentarios la despedida que la propia Oramas ofreció al anterior presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en un debate sobre el estado de la nación en junio de 2011 cuando éste ya había anunciado que no se presentaría a la reelección en las próximas elecciones. «Puede marcharse usted mirando a los ojos de los españoles porque ha trabajado por el país», le dijo la diputada pese a la crisis galopante que sufría el país en ese momento. El propio Zapatero tuvo a su vez en 2007 con el diputado canario Luis Mardones, fallecido en diciembre de 2018, un gesto similar al de Sánchez con Oramas, cuando en uno de sus últimos encuentros parlamentarios el entonces presidente glosó la carrera política del veterano dirigente de ATI y de CC calificándolo como una «persona cabal» y un que «ha sabido defender los intereses de su tierra y del conjunto de España». «Puede irse tranquilo, y del Congreso de España», añadió Zapatero. A eso no llegó Sánchez con Oramas.

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