La llegada de migrantes Canarias se reduce un 30% en 2022

A lo largo del año arribaron a las Islas 15.543 personas, frente a las 22.316 que alcanzaron las costas en patera a lo largo de 2021

Grupo de migrantes rescatados por Salvamento Marítimo cerca de las costas de Lanzarote.

Grupo de migrantes rescatados por Salvamento Marítimo cerca de las costas de Lanzarote. / ADRIEL PERDOMO / EFE

I. D.

Al menos 15.543 migrantes llegaron a las costas de Canarias de manera irregular a lo largo de 2022, lo que supone una reducción del 30,35% con respecto al año anterior, cuando arribaron al Archipiélago 22.316 personas. Según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior, las Islas concentraron casi la mitad de las llegadas de migrantes, tanto por vía marítima como terrestre, que recibió España a lo largo de este año. Al conjunto del territorio nacional, hasta el 15 de diciembre, habían llegado 29.999 personas de forma irregular, un 23% menos que en 2022, a falta de registrar los datos de la última quincena.

Si se compara el número de personas que alcanzaron las costas del Archipiélago este año con las de 2020, la reducción alcanza el 33,2%. Ese año se desató la crisis migratoria en las Islas cuando, en plena pandemia de la covid-19, arribaron 23.271 personas. La mayoría de los rescates se produjeron en el último trimestre del año, lo que colapso el débil sistema de acogida con el que contaba la comunidad autónoma en ese momento. La falta de recursos alojativos derivó en el hacinamiento de hasta 2.600 personas en el conocido entonces como muelle de la vergüenza, en Arguineguín (Gran Canaria).

El cero turístico por el que atravesaba el Archipiélago permitió poner una solución temporal a este problema, ya que las autoridades pudieron trasladar a los migrantes a diferentes hoteles del sur de Gran Canaria. Ante esta crisis humanitaria, los ministerios de Migraciones e Interior pusieron en marcha el Plan Canarias, con el que abrieron centros de atención a migrantes en Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y Tenerife, con capacidad para alojar a 7.000 personas.

Según el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, las llegadas irregulares a España han registrado una caída interanual del 23% a falta de contabilizar los últimos quince días del año. En concreto, en el conjunto del territorio nacional son 8.980 migrantes menos los que han cruzado la frontera del país por vías irregulares en 2022 y, según Interior, esta caída es producto de la reducción de las llegadas por vía marítima. Los balances quinquenales que publica el Ministerio, recogidos por Europa Press, apunta que las entradas de migrantes por vía irregular a Canarias han ido cayendo a lo largo del año y, en la última quincena del mes de septiembre, los valores se situaron por primera vez, por debajo de los registros en 2021. También han bajado las entradas por mar a través de la costa peninsular y Baleares, que han pasado de las 16.001 en 2021, a 12.047 en 2022; y las registradas en la costa de Ceuta, que han pasado de las 600 del año pasado a las 124 contabilizadas de forma provisional este año. En el lado opuesto se encuentran las llegadas de migrantes por vía marítima de forma irregular a Melilla, que ha crecido un 310% con respecto a 2021. Entonces fueron 37 las llegadas contabilizadas, mientras que en 2022 son 152.

Crisis en Melilla

Este balance provisional de Interior recoge el esquema de los últimos meses registrado en esta materia. Así, mientras bajan la mayoría de cifras relacionadas con las entradas por vía marítima, suben las llegadas de migrantes que cruzan de forma irregular las vallas de Ceuta y Melilla. En el primero de los casos aumenta un 52% (de 679 en 2021 a 1.037 y 2022) y en el segundo un 10,8% (de 1.059 en 2021 a 1.1273 en 2022).

En estas cifras se ha incluido la entrada de alrededor de 130 migrantes que lograron cruzar hasta Melilla durante el salto a la valla del pasado 24 de junio, que terminó con la muerte de, al menos, una veintena de personas, y numerosos heridos. Este suceso ha marcado la política migratoria del Gobierno de los últimos meses y el ministro del Interior ha tenido que comparecer en hasta tres ocasiones en el Congreso para explicar lo sucedido.